El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania reconfigurará las relaciones de poder entre los Estados de todo el mundo.
Es indispensable que dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas los países tengan como objetivo prioritario hacer un llamamiento de cese al fuego. México ha sido un actor proactivo al interior de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la búsqueda de una pronta solución a la guerra ruso-ucraniana.
Hace unos días la Asamblea General emitió una resolución para la ayuda humanitaria en Ucrania que exige el cese inmediato de hostilidades por parte de Rusia, así como todo ataque contra la población o infraestructura civiles.
Lo relevante de esta resolución es que este documento fue impulsado por México y Francia, lo cual habla de la gran labor de Juan Ramón de la Fuente, embajador permanente de México ante la ONU; con estas acciones la diplomacia mexicana recobra su liderazgo en el plano internacional.
No todo es miel sobre hojuelas, desafortunadamente la semana pasada algunos diputados de los grupos parlamentarios de MORENA, PT y PRI convocaron al embajador ruso en virtud de establecer un grupo de amistad México-Rusia, un error de cálculo político por parte de estos legisladores dada la situación actual.
En días recientes el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, en su visita a la Cámara de Diputados expuso ante legisladores su descontento por la conformación del grupo de amistad, y con justa razón.
Guste o no guste Estados Unidos es nuestro vecino del norte, tenemos una relación no solo comercial, sino también cultural, el desatino de los legisladores mexicanos no puede ocurrir de nuevo.
En política forma es fondo, la invitación del embajador ruso al congreso puede mal interpretarse por parte de Estados Unidos.
Como potencia emergente y rica historia en materia de política exterior México debe seguir sumando esfuerzos entre las distintas naciones para que este conflicto llegue a su fin lo más pronto posible, sin pronunciarse a favor o en contra de Ucrania o Rusia.
