Cuba se encuentra en este momento en el epicentro de las noticias internacionales, miles de ciudadanos han salido a las calles para demostrar su descontento al régimen que otrora comandaban los hermanos Castro y que ahora está a cargo del presidente Miguel Díaz-Canel, las razones del descontento: un sistema de salud paralizado que ha cobrado la vida de miles de cubanos contagiados por el virus SARS-Cov-2 y una crisis económica (no se había visto una crisis de tal magnitud desde el colapso de la URSS) que ha llevado a las familias de la isla a pasar hambre debido a la escasez de alimentos; el turismo que es la principal actividad económica y fuente de divisas está detenido en virtud de que aún hay cierto escepticismo de los turistas internacionales por viajar a causa de la pandemia, asimismo, las subvenciones venezolanas han disminuido notablemente, por lo tanto el gobierno no tiene dinero suficiente para hacerle frente a las necesidades económicas-sociales del país.
El régimen cubano a pesar de la difícil situación social del país es sólido, el politburó (máxima autoridad a nivel ideológico y político del partido comunista y del Estado cubano) está conformado por miembros de la primera y segunda generación del proceso revolucionario.
El descontento e inconformidad contra el gobierno no es generalizado, los baby boomers (personas nacidas entre 1946-1965) y cierto sector de la generación X (1965-1981) siguen apoyándolo, fueron ellos quienes vieron cómo se llevó a cabo la industrialización del país, presenciando la mejor época del régimen comunista con un sistema de salud reconocido a nivel internacional e implementado derechos sociales para toda la población.
Son los jóvenes, mayormente, a través de las redes sociales los que han hecho sentir su inconformidad a las autoridades.
Durante esta semana Díaz-Canel realizó un llamamiento internacional para presionar a Estados Unidos a fin de terminar con el bloqueo económico hacia Cuba que data de 1962 y que agrava aún más la crisis económica.
Se pensaba que a la llegada de Biden el gobierno estadounidense adoptaría una postura diplomática, tratando de impulsar canales de comunicación estrechos entre ambas naciones para mejorar la relación bilateral como fue con Obama, empero la política exterior de Biden sigue siendo la misma que la de Trump.
“Estamos con el pueblo cubano y su llamada alta y clara de libertad y alivio” fueron las palabras emitidas por el mandatario de Estados Unidos a través de un comunicado publicado por la Casa Blanca.
La relación de Estados Unidos con Cuba, de acuerdo con Lila Abed, internacionalista y columnista del Heraldo, dejo de ser un asunto de política exterior para convertirse en uno de política interior debido al peso político de la comunidad cubana en Florida, estado en donde habrán elecciones legislativas y de gubernatura el próximo año, por consiguiente, la actitud de Biden podría ser más enérgica hacia el gobierno de Díaz-Canel en los próximas semanas o meses si la situación llega a empeorar en Cuba.
Decir que el régimen comunista llega a su fin es poco probable, la presión internacional será fuerte, pero creo que pasará lo mismo que con Venezuela:
todo seguirá igual, en ambas naciones los regímenes están muy consolidados, más en Cuba que en Venezuela ya que ni siquiera hay oposición partidista en la isla, el partido comunista es un partido de Estado que rige las directrices de la vida nacional.
En el tema económico pudiese darse una mayor apertura a la inversión privada y con ello las condiciones de vida de los ciudadanos mejorarían.
Hablar de una transición democrática en Cuba, al menos a futuro, resulta una utopía.