Hace unos días, el estilista conocido desde hace décadas en la Región Lagunera como “Tulo”, apareció asesinado brutalmente dentro de su negocio.
En estas semanas de muertes en el país, este crímen por homofobia, como muchos otros que ocurren en México, terminan calificados como “crimen pasional” por los cuerpos policiacos, dándole una vez más el clásico carpetazo.
Lo que más sorprende en este tipo de crímenes donde el difunto es un homosexual, es que nadie protesta.
Se guarda un silencio vergonzoso:
ni los medios de comunicación, ni los colectivos LGBT que en nuestras ciudades desfilan para celebrar el día del “orgullo gay”, ni la sociedad civil, ni derechos humanos, ni los grupos de feministas que tanto defendieron y se preocuparon por el asesinato de la joven Mara Fernanda Castillo, crímen que en las redes sociales se hizo viral y en los medios de comunicación, mediático, se interesaron en aclarar la muerte del estilista lagunero.
¿Y el Estado Mexicano? Quedó muy clara su posición al rechazar la propuesta de Ley del Presidente Peña para legalizar el matrimonio igualitario en nuestro país en Noviembre del 2016.
Esa actitud hipócrita fascistoide, complaciente con el ala más reaccionaria y conservadora de nuestra sociedad, viene a constatar que al Congreso de los Diputados de la Federación durante la actual legislatura, la comunidad y la cuestión homosexual de México, no les interesa.
El 24 de Noviembre del 2016, en este mismo espacio, escribí una carta dirigida al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Federación, Armando Luna Canales, que votó contra la propuesta de dicha ley, dicha colaboración editorial cerraba de la siguiente manera:
“Tal vez en el recuento de los daños, no se valoraron los votos de los gays, por considerarlos minoritarios o por querer doblegarse a la presión que en las calles manifestó la iglesia católica, pero advirtiendo el porcentaje de aceptación que tiene nuestro Presidente, tal vez pudieran resultar más importantes de lo que se cree. Al tiempo.
”Nuestro partido, que es vanguardia, necesita reconocer a todos los mexicanos por igual. Es asunto de Derechos Humanos, no de moral.