A 98 años de que en México se celebra el Día de la Madre, en este siglo XXI, no son las mismas y muchas ni siquiera son felices. Porque la congruencia de rendirles homenaje no solamente una vez al año, no se da para muchas mujeres, ni tampoco tener hijos es una prioridad como antes, pero sigue siendo para algunas una opción en solitario, que en todos los casos transforma la vida de 32.7 mexicanas que son mamás (INEGI).
Ser madre mexicana, en cualquier clase social, no garantiza tener estabilidad económica, vivir sin estrés, sin sobrecarga de actividades en el hogar, sin violencia intrafamiliar, tener el apoyo del padre o los recursos para cuidar y educar a los hijos. Y esos problemas que viven a diario los están percibiendo mujeres que pueden decidir en qué momento y con quién tener hijos. Es decir, para un sector de ellas la maternidad está siendo a mayor edad o simplemente no se da.
Mientras para todos los mexicanos la madre es un ser reconocido, amado, preservado, para algunos no alcanza su conciencia real, porque en la vida cotidiana no ayudan a que las vidas de sus progenitoras carezcan de las anteriores situaciones y sean madres infelices con hijos que piensan y dicen quererlas, pero que muy pocos actúan para su beneficio.
Las peores situaciones de incongruencia de algunos mexicanos es practicar la violencia con sus parejas, a sabiendas que son las madres de sus propios hijos, que representan uno de los roles que tanto veneran, pero que en sus desmanes lo que siempre sale a relucir es el machismo y de cómo fue educado.
Todos los días más de la mitad de las madres mexicanas viven en estrés, la razón principal es la economía, tener suficiente ingreso para que alcance para las necesidades de su familia.
Así es como el final del cuento de hadas de casarse, vivir feliz y tener muchos hijos ya no se da en este país, pues no existen suficientes palacios ni príncipes para todas, ni tampoco mujeres que se lo crean, ni parejas que los puedan mantener con bienestar. Por eso la tasa de natalidad actualmente es de 2.21, mientras que en 1960 era de 7 hijos (ENAID).
Pero para 15.8 millones de madres es una alternativa el trabajo renumerado y que se dedican a actividades administrativas, servicios, comercio u ocupaciones elementales y que por ello les puede representar también estrés, por la sobrecarga en el hogar, por no ganar lo suficiente, por conseguir guarderías adecuadas y tener muy poco espacio para actividades para sí misma.
Las madres solteras que son una de tres madres en nuestro país (Forbes) se llevan las mayores dificultades, porque solas tratan de encontrar un sostén económico, aunque 41.8 no trabajan, 22% ganan el salario mínimo, 30% dos salarios mínimos y solo 6% más que eso. Esto representa que 2.97 millones de hogares sean las mujeres jefas de hogar.
A pesar de los grandes avances para poder planificar hijos y los conocimientos que se dan desde las escuelas y hogares, para algunas adolescentes no existen y no están a la mano, son madres a tempranas edades con las consecuencias de salud, preparación escolar y madurez para hacerse cargo de un hijo. Es uno de los problemas que se trata de abatir en México, pues representa 1 de 5 embarazos.
Madres mexicanas en diferentes condiciones, buenas, medianas o malas, lo cierto es que las familias, la sociedad y los gobiernos deberían abocarse más a ayudar a resolver los problemas que se viven, porque la maternidad necesita el apoyo de todos para formar ciudadanos sanos.