Celebrar la Navidad para los mexicanos demuestra perspectivas opuestas; desde el devoto que festeja el nacimiento de Cristo, va a misa y reza, hasta para quienes les recuerda creencias que ya no siguen, pero que todos consideran una tradición que reúne familias, promueve valores para amar al prójimo, aunque cargado de propaganda consumista.
Después de más de cuatro siglos, desde la conquista, la Colonia y la independencia, esta raza hibrida quiso seguir adoptando al catolicismo como religión verdadera, que aunque importada de otro continente, los años y la dominación española la hizo nuestra, como reflejo de la sumisión durante 300 años.
Por eso ahora los ciudadanos de este país, al menos la mayoría, festejamos lo mismo que en otras partes de Europa, de América y del mundo, que congrega a más de mil millones de creyentes en Cristo y en el catolicismo, regidos por el Vaticano, los diez mandamientos base de sus principios y como una gran justificación para hacer fiestas por la llegada de Jesús a esta tierra, para algunos el Mesías esperado y Dios hijo.
De norte a sur de la republica la noche del 24 millones de familias se preparan para convivir en una cena con los suyos, para al día siguiente volverse a ver para el recalentado. En el norte esperan y celebran mas que Santa Claus traerá los regalos (por influencia de los vecinos del norte), al centro, la mayoría de estados con mayores adeptos católicos, el que el niño Dios nació hace 2023, así como en el sur para los más creyentes. En otras partes, las menos, el que el 6 de enero los Reyes Magos, fueron los que llevaron regalos y por eso se espera igual la misma fecha.
Todos tomando en cuenta los ritos que se efectúan como llenar de luces las casas, las calles, los árboles adornados (costumbre germana), poner nacimientos de figuras pequeñas, ofrecer comidas especiales según la zona como romeritos, pavo, pollo, bacalao, postres, buñuelos. Dar regalos de intercambio, pedir posada, cantar alabanzas, convivir con la familia, los amigos y disfrutar de un ambiente de cordialidad y alegría. Lo que la convierte en algo especial y una vez al año.
Todo lo anterior demuestra, según especialistas, que los seres humanos somos una especie que siempre ha inventado ritos en momentos importantes como expresión de nuestras mentes culturales que creamos desde que empezamos a vivir en grupos grandes, y que al inicio se efectuaban porque se creía nos protegían de las catástrofes y enfermedades, hasta evolucionar para fines festivos, religiosos, simbólicos o sociopolíticos
Además la celebración de la Navidad que se expresa en fiestas tiene tintes económicos porque con anticipación se llevan a cabo extensas promociones de parte del comercio para exhortar a la compra de regalos de todo tipo, principalmente para los niños que se acostumbra darlos en estas fechas por parte de los padres de familia, e igualmente para adultos como intercambio durante las reuniones del 24, 25 y el 6 de enero.
Las familias mexicanas pronto tendrán sus momentos especiales de festejo en donde, queramos o no, saldrá a relucir el tipo de relaciones que tenemos, la buena o mala organización para efectuarla, la importancia que le damos al ambiente de armonía, si en verdad se demuestran entre todos los valores cristianos, y si se expresan más el amor entre todos que los bienes que se regalan.
Feliz Navidad para todos los que sean creyentes o valoren la tradición.