Política

Los sueños del recién egresado

  • Columna de Francisco Trejo
  • Los sueños del recién egresado
  • Francisco Trejo

Liz y Luis Armando, además de ser hermanos gemelos, comparten entre otras cosas, la de haber estudiado la Licenciatura en Derecho, misma que hace un año concluyeron en una Universidad Privada, en la que podían estudiar unas horas por la mañana y el resto dedicarse a trabajar, para poder continuar con sus estudios.

Aunque el trabajo que cada uno desempeñó, tenía además la finalidad de contribuir con los gastos de la casa que habitaban con su madre y un hermano más pequeño, pues su padre prácticamente se había desentendido de ellos desde hacía ya varios años.

Durante el tiempo que cursaron la licenciatura, les significó un gran esfuerzo, pues no sólo tenían que atender las cuestiones laborales, también por razones obvias, tenían que estudiar y cumplir con sus obligaciones académicas.

El costo de la universidad, para muchas otras personas en distintas condiciones socioeconómicas, pudieran ser más ligeras y no pesar tanto como a estos dos jóvenes leoneses, que le apostaron a contar con una carrera para mejorar su situación económica y tener un nivel de vida superior al que estaban acostumbrados.

Como ya lo señalamos, el instrumento para lograr esos objetivos, cimentados en la superación en todos los ámbitos de su vida, lo fincaron en el estudio de una carrera universitaria, desde la cual lograrían cumplir con las metas propuestas y por qué no, hasta algunos de sus sueños.

El doble papel como estudiantes universitarios y como trabajadores en una fábrica de la localidad aunque pesado, lo superaron y hoy en día resulta anecdótico y sencillo, comparado con el calvario que han vivido desde hace casi ya un año.

El entusiasmo, las metas y sueños de Liz y Luis Armando, parecen haber quedado en el pasado, pues por desgracia, no han conseguido trabajo, acorde a lo que representa la licenciatura que escogieron.

Desorientados y hasta cierto punto cansados, señalan que no encuentran trabajo, desde luego, que han encontrado "ofertas" en donde les proponen pagar 500 pesos semanales a pesar de ya se encuentran titulados.

Con cierto coraje y frustración, Liz, afirma que en algunos lugares, tipos sin escrúpulos, tanto de la iniciativa privada como oficial, le han hecho proposiciones indecorosas a fin de aceptarla con un sueldo y posición laboral.

Dicen estar desconcertados, pues algunos de sus compañeros que iniciaron desde estudiantes a trabajar en distintos foros, han logrado permanecer e incluso crecer, lo cual les anima, pero reflexionan y sostienen que en su caso, no podían darse ese lujo, pues tenían que trabajar en donde les permitieran obtener lo suficiente para pagar los estudios y apoyar en su casa.

Afortunadamente, señalan estos profesionistas jóvenes, continúan trabajando en la misma fábrica desde hace 6 y 7 años respectivamente y aunque no fue lo que ellos buscaron, continuarán ahí hasta que se les presente una mejor oportunidad.

Este problema no sólo lo viven jóvenes como Luis Armando y su hermana Liz, profesionistas que recién concluyen sus estudios en universidades privadas o de Gobierno, muy reconocidas, enfrentan este tipo de adversidades.

Imaginemos a los padres de familia que cubren mes a mes colegiaturas de 10 mil a 20 mil pesos, que en muchos casos se pagan con un verdadero esfuerzo y que al concluir sus estudios, o no encuentran trabajo o bien, el sueldo es ínfimo.

Tanto el sector público como privado pagan en la mayoría de los casos sueldos muy bajos al recién egresado, en muchos de los casos muy por debajo de las colegiaturas que se cubrían cuando estudiantes.

Pero, ¿cuáles serán las causas que sobre todo la iniciativa privada no contrate profesionistas recién egresados?; aunque resulte un absurdo, es la falta de experiencia, pero, ¿cómo van a adquirir experiencia si no los contratan?.

De la totalidad de recién egresados en el país de acuerdo a un estudio realizado en agosto de 2015, el 41% de profesionistas menores de 30 años encuentra desempleado, o en la informalidad.

En números absolutos cerca de 300 mil se encuentran desempleados y un millón cien mil en negocios que no están legalmente establecidos, lo que representan cifras verdaderamente preocupantes.

Pero lo que pudiera ser todavía más grave, es que un tercio de estos profesionistas tienen ingresos inferiores en promedio a los jóvenes que sólo terminaron sus estudios de preparatoria.

Estas cifras son desalentadoras, pues muchos de nuestros jóvenes se preguntaran si vale la pena dedicarle 5 años de su vida a estudiar una carrera universitaria, cuando de antemano saben que el mercado laboral está más que restringido y en muchos casos mal pagado.

Las autoridades se deben poner las pilas, no se puede permitir que en este país, con un número muy reducido de mexicanos que estudian una carrera universitaria se reduzca aún más.

La reforma educativa no llegó a este nivel, o al menos no se refleja en el campo laboral, en donde por desgracia, cada vez más profesionistas se encuentra desempleados o en la informalidad.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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