A finales de la década de los 80, la consola de videojuegos que todos querían tener en México y a escala mundial era un NES o, como le decíamos aquí, un Nintendo. Esa consola que logró tal éxito que se convirtió en un nombre genérico en los videojuegos, pues en ese momento la gente se refiera a todo lo que tuviera que ver con juegos de video —aunque fueran consolas de otras marcas como Sega— como un Nintendo.
Después de 30 años, la marca japonesa que comenzó como una compañía que vendía barajas en 1889, lanza una versión retro de esa consola que la posicionó como líder e innovadora en el mundo de los pixeles.
Pero esta NES Classic Edition, si bien cuenta con un diseño increíble, es más un juguete y un adorno para la casa u oficina que una consola. Incluye 30 juegos precargados que pueden atraparte durante horas con títulos como los tres Super Mario Bros que se lanzaron para el NES, más Dr Mario, y otros como Ninja Gaiden, Galaga, Double Dragon, Zelda —que nos hacen regresar en el tiempo y pasarla increíble un rato—, para luego aburrirnos y convertir a este gadget en un guardapolvo más.
Además, un terrible error del diseño del que todo mundo se queja y la hace muy difícil de disfrutar es que el control tiene un pequeño cable de un metro, que hace imposible jugar sin estar pegado al televisor, haciendo la experiencia de juego cansada y tediosa. Por si esto fuera poco, el juguetito japonés solo viene con un control y aunque es compatible con algunos de los controles del Wii U y Wii, es decepcionante tener que o desempolvar esos controles o salir a gastar más dinero para poder jugar en cooperativo algunos juegos como Super Contra.
A pesar de esto, el éxito de la consola ha sido tal que está prácticamente agotada en todo el mundo y en sitios como Mercado Libre se venden hasta en 8 mil pesos. Pero esto es otro punto que, al menos en México, hace que la Classic Edition sea algo que se debe pensar bien antes de comprar, pues en Estados Unidos cuesta 60 dólares y si tomáramos el tipo de cambio a 20 pesos, costaría en México mil 200, pero en nuestro país el precio es de 2 mil pesos.
Un costo que a pesar de la importación y ganancia para las tiendas, creo que es un poco excesivo para un juguete que, insisto, es una mera pieza de memorabilia.
Nintendo ha tenido rotundos fracasos luego de que la fiebre del Wii se terminará, y la consola Wii U simplemente no despegó. La classic Edition pretende hacer que un público se enamore de nuevo de la marca, para ver si así el próximo año, cuando salga Switch —su nueva consola— pueda levantar en ventas un poco y no seguir cayendo como lo ha hecho en los últimos años.
Su consola portátil, la DS, tampoco le ha ido también con sus modelos 3D que emocionaron en un principio, pero que luego se fueron en picada con la poca adopción de la tercera dimensión, que además dañaba la vista de niños menores de seis años y que ponía en riesgo su salud, por lo que incluso Nintendo tuvo que habilitar una función para desactivar en estas consolas dicha función si así lo quería el usuario.
NES Classic Edition ha sido un éxito efímero para la compañía, que lo único que ha logrado es poner de moda, por un rato, de nuevo a la marca. Será mejor esperar a verdaderas innovaciones que sí pueden ayudar a Nintendo a crecer, como Super Mario Run, que llegará a los iPhone el 15 de diciembre, y que tal vez esto le haga darse cuenta a Nintendo que puede ser tiempo de matar de una vez por todas el negocio de hacer consolas y darle un entierro digno a su pasado de gloria, representado en esta pequeña consola retro que seguro hace derramar una que otra lágrima a los gamers de antaño como yo.
Twitter: @santillanes