Por primera vez en la historia de México, un Presidente de la nación le dijo respetuosamente en persona a un presidente de Estados Unidos, en la Casa Blanca, en Washington, D.C., algunas verdades que los mexicanos querían que supiera directamente por parte de su presidente.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, le dijo al Presidente Donald Trump, que el tratado de libre comercio conocido como Tratado-México Estados Unidos Canadá T-MEC, traerá cooperación para el desarrollo para los dos países y para la integración de la región, con materia prima y fuerza laboral, con respeto a la soberanía, para unirnos más y mejor.
Le recordó que México siempre ha ayudado a EE UU, como cuando el Presidente Lázaro Cárdenas, le envió petróleo al Presidente Franklin Delano Roosevelt, en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945); y que los siguientes presidentes ayudaron a EE UU, enviándole braceros (muchos de la Laguna), que requería para trabajar en el campo que había sido desatendido por los jornaleros agrícolas norteamericanos enviados a Europa, durante esa conflagración, y que necesitaba recuperar su producción.
AMLO, también le recordó a Trump, el paralelismo entre el Presidente Abraham Lincoln y el Presidente Benito Juárez, quienes gobernaron simultáneamente pocos años (60’s del siglo XIX); pues el primero fue asesinado; y cuya muerte fue lamentada por Juárez.
También le recordó AMLO a Trump, que México no olvida los agravios de gobiernos anteriores a él; pero que ahora en lugar de vecinos distantes deben de ser amigos entrañables; pues 38 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, y millón y medio de norteamericanos viven en México; y que ahora en lugar de agravios lo que han recibido de Trump, es amistad y respeto.
AMLO también recordó que George Washington, el padre de la Independencia (1766), dijo que las naciones no deben de aprovecharse del infortunio de los pueblos.
Levemente le recordó la negativa política Monroeista; pues acordémonos que el Presidente James Monroe, en 1824, cuando ya las naciones latinoamericanas habían consumado sus independencias de España y de Portugal, elaboró su doctrina:
“América para los americanos”, (que en el fondo era América para los norteamericanos).
Con este acercamiento humano, político, comercial y económico de México y de Estados Unidos, logrado gracias a los presidentes López Obrador y Trump, nosotros deseamos que los mexicanos y norteamericanos seamos buenos vecinos y que nos ayudemos unos a otros; para ir olvidando la frase atribuida a Porfirio Díaz: “Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”; pues las cosas se logran más con miel que con hiel.