La conmemoración de la Bandera Nacional se está dando en un contexto en donde uno de sus significados debe cobrar vigencia; pues la unidad nacional entre todos los mexicanos es necesaria para enfrentar la embestida desplegada por el Presidente norteamericano Donald Trump en contra de México, con la inminente construcción del muro fronterizo -la cual ya tiene fecha de inicio para el próximo mes de marzo- y con el terrorismo que está ejerciendo en contra de todos los inmigrantes que se encuentran en el vecino país, y que han sido amenazados con ser echados hacia el nuestro (no obstante sean de otras nacionalidades).
El pueblo de México se ha unido nacionalmente en dos hechos históricos: contra la intervención francesa en 1862, y el 18 de marzo de 1938, con motivo de la expropiación petrolera. Durante la primera, la sociedad se solidarizó con el presidentes Benito Juárez; y durante la segunda, con el presidente Lázaro Cárdenas. En ambos sucesos nuestro país salió adelante gracias a la unidad del pueblo que se veía representado por estos dos grandes estadistas.
Ahora la unidad nacional debe surgir del pueblo mexicano mismo; pues desafortunadamente no hay en el gobierno un líder que lo represente como ocurrió con los dos mencionados próceres de la historia; teniendo pues nosotros los mexicanos la responsabilidad de unirnos realmente en torno de nuestra patria y su soberanía nacional, utilizando nuestros principales recursos: el elemento humano, es decir los indocumentados, y el territorio, al cual no se le debe de amurallar no obstante se construya el muro sobre los límites del territorio de EEUU con el de nuestro país, pues dicha barrera estaría violando la libertad de tránsito hacia el norte.
Es el color blanco de la bandera mexicana el que simboliza la unión de los mexicanos, el cual debemos de tener presente para unirnos en estos aciagos días que vive nuestro país; pues el verde significa la esperanza y el rojo simboliza la sangre derramada por nuestros héroes nacionales.
Hoy más que nunca debemos rendir homenaje a nuestro lábaro patrio el cual celebra su 196 aniversario; pues emergió el 24 de febrero de 1821 como símbolo del ejército Trigarante (religión, independencia y unidad), cuando Agustín de Iturbide la mandó confeccionar, habiendo sido el modesto sastre José Magdaleno Ocampo quien la elaboró en Iguala, Guerrero (cuna de la bandera nacional); símbolo patrio con el cual entró triunfante a la ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821, después de 11 años 11 días de haberse iniciado el movimiento de Independencia.