Las confrontaciones, vinculaciones, complicidades y arreglos con alfileres que usualmente surgen entre los poderes de una nación, ya sean políticos, religiosos, mediáticos o económicos, tienden a sellarse por debajo de la mesa, en lo oscurito y en forma provisional: cambian las circunstancias, las personas y los equilibrios, por lo que habrá que hacer nuevos amarres o, de lo contrario, abrir las disputas a la luz. Pero dentro de estos entramados y estructuras llenas de tentáculos, de pronto aparecen personas que pueden cambiar el curso de los acontecimientos, no necesariamente para bien: el individuo frente al sistema que parece imbatible. Fenómeno poco común pero todavía frecuente, más allá del gatopardismo que predomina en la escena actual.
En un pueblo egipcio, el hijo de un estricto pescador que aplica castigos físicos a toda su prole por igual aunque solo uno haya cometido la falta, recibe una invitación para asistir a la universidad religiosa de El Cairo Al-Azhar, debido a sus capacidades intelectuales, donde se forman los futuro Imanes del Islam sunita: ante su propia sorpresa, el padre apoya la idea y lo deja ir. Con toda la ilusión por delante, el joven (Tawfeek Barhom, pensativo) empieza sus estudios y se hace amigo de su compañero de litera pero muy pronto se ve envuelto en una trama sucesoria cuando el Gran Imán muere: el gobierno prefiere a uno de los candidatos y buscará inclinar la balanza por órdenes del General (Mohammad Bakri).
El director sueco de padre egipcio Tarik Saleh, quien realizó la denunciante Crimen en el Cairo (2017), filme que le valió la expulsión del país africano, vuelve al terreno de la disputa poder en Conspiración divina (Suecia-Francia-Finlandia-Dinamarca, 2022), obra en la que opta por el camino del thriller político-religioso para exponer las complejas relaciones que se derivan de la lucha por la hegemonía y la necesidad de control, en particular cuando las pulsiones autoritarias se mantienen presentes ante cualquier provocación y justo en el momento en el que el estado de las cosas puede volverse en contra de sus intereses.
Rodada en Turquía por la prohibición que pesa sobre el director de Gitmo (2005), Metropía (2009) y Tommy (2014), en donde recrea la turbulencia de El Cairo en contraste con el tono pausado de la Universidad y del pueblo pesquero, la cinta alcanza el necesario equilibrio entre la tensión y la contemplación con ecos a El nombre de la rosa (Eco, 1980), incluyendo un asesinato, el ambiguo investigador externo (Fares Fares, en tesitura de John Turturro), el Imán invidente (Makram Khoury, sabio), grupúsculos que luchan por el poder, doble moral de quien debiera poner el ejemplo y disputas soterradas por el dominio, todo bajo un aparente manto de cumplir la voluntad de Dios.
Si bien el guion, de lógica circula, brinda algunos apuntes sobre las tendencias y concepciones dentro de la religión musulmana, incluyendo el radicalismo, la vertiente principal se centra en los conflictos morales del joven protagonista al convertirse, forzado por las circunstancias, en una especie de infiltrado, soltando los resortes habituales del género con destreza que encuentran una puntual edición para dar esa sensación de que la resolución definitiva todavía tendrá algunas aristas por analizarse, considerando algunas secuencias paralelas en determinados procesos decisorios.
La fotografía de Pierre Aïm combina con destreza los planos y enfatiza tanto el contexto (esa toma del pueblo orando), como la situación del protagonista, con esos picados que parecen indicar el peso de la mirada divina, o bien los encuadres en los momentos de las pláticas de los imanes, sus sesiones y hasta la forma en la que deambulan por las místicas instalaciones, así como los interiores de las oficinas donde cuelga el cuadro del presidente (parecido a Mubarak, contra el que se protestó en la Primavera Árabe) o alguna playera de Salah; mientras tanto, se desliza la emotiva música de Krister Linder, incidiendo en las tomas que le plantean desafíos al joven protagonista, cuya vida ha dado un vuelco absoluto al tiempo que se pregunta sobre cuál es la voluntad divina.