Los que me conocen de cerca saben que no me mueven intereses políticos, puesto que mi carrera ha sido siempre en el sector bancario y nunca he trabajado para el gobierno ni pretendo hacerlo en el futuro.
Sin embargo, esto no quiere decir que no tenga amigos dentro de la política, y más aún, preferencias, que van desde ejercer mi voto en todas las elecciones, como manifestar mi apoyo a ciertos funcionarios que considero son buenos políticos.
Ese es el caso de Manlio Fabio Beltrones, amigo mío desde hace tres décadas, siendo yo Director de Banamex en Sonora, estado que Manlio Fabio gobernó.
Creo que la decisión de EPN de que dirija al PRI es muy buena, ganar-ganar, como dicen, y tal vez de las pocas buenas decisiones que ha tomado el presidente últimamente, pues llega a la cúpula partidista un político capaz, conciliador, leal y además audaz, que no se tienta el corazón para descartar a los mediocres y sí, por el contrario, escoger mejores personas para contender por los cargos públicos.
Tiene enfrente un titipuchal de elecciones para gobernador y alcaldes de importantes ciudades.
Creo que sabrá proponer a personas con capacidad y con talento, que piensen en México antes que en sus intereses.
Si bien Beltrones es polémico y tiene detractores, lleva en su mochila la capacidad de equilibrar el desbalance que se observa actualmente, respecto al excesivo peso del grupo Atlacomulco- Hidalgo, y por ello, dará cabida a otras corrientes de políticos que no han sido incluidos o han sido francamente marginados por la cerrazón en torno a EPN de parte de sus más allegados.
Conozco de cerca al político sonorense y sé de su capacidad.
Creo es el mejor hombre de México en la política actual y vaya que hoy por hoy escasean los personajes de talento.
Su llegada a dirigir el partido dominante del país debe ser un buen augurio de mejores tiempos. Ojalá y sus resultados se acrediten sobradamente y así como hoy el sistema le reconoce su trabajo y su lealtad, se le reconozcan sus logros también en el futuro que se aproxima aceleradamente.
Sería un muy buen presidente, así como fue un muy buen gobernador de su estado.