La mañana de ayer jueves 22 de septiembre marcó el inicio oficial de la campaña de Rafael Moreno Valle por la candidatura del PAN para la presidencia de México en el 2018, pero también representó de manera extraoficial la de todos los demás aspirantes y suspirantes por La Silla.
De manera natural, después del debate entre Gustavo Madero, Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle en el noticiario matutino de Carlos Loret, se dio el banderazo de salida para la que será la contienda más peleada en los últimos años.
Moreno Valle se vio bien. Como siempre, estudiado, preciso, frío. Margarita, un tanto cuanto "verde", se tropezó un par de veces con sus palabras y fue incierta al "torear" la pregunta firme sobre una posible candidatura independiente con la cual, por cierto, trato de amagar al PAN hace unos meses.
Gustavo Madero sólo le hizo el caldo gordo a los dos sobre la embestida hacia su dirigente nacional, Ricardo Anaya, quien desde su escenario y con los recursos del partido azul no deja de promover su imagen para apañarse la peleada candidatura.
El perfil temoso de Moreno Valle va a jalar de manera obligada a todos los demás, como a López Obrador y a algún priista por allí medio naif.
En unos días sino es que hoy viernes, AMLO estará declarando al respecto dirigiendo sus esfuerzos hacia el actual gobernador de Puebla.
No lo den por muerto. Faltan dos años y Rafael ya tiene sus piezas bien posicionadas en el tablero, incluyendo a las "torres" representadas por las televisoras.
No se confundan, si Televisa, TV Azteca y El Universal movieron los hilos con Peña Nieto "haciéndolo" su candidato, con el poblano es distinto. Moreno Valle no les soltará tan fácil los hilos del poder.
Todos empiezan a acomodarse. El propio alcalde de Puebla, Luis Banck, ante la pregunta de una posible aspiración al gobierno del estado, declaró que sólo se enfocaría, en estos momentos, a su responsabilidad como alcalde, pero horas después, sin embargo, ante la interpretación en los medios de que se descartaba aclararon que no, que sus palabras jamás tuvieron esa intención y que en estos tiempos de futurismo político nadie debía darse por descartado.
Luis Banck va por la gubernatura de Puebla, es mi pronóstico. Javier Lozano no tiene oportunidad. Y Martha Erika Alonso, con los ojos vendados, ganaría la alcaldía de la Angelópolis.
Son muchos los llamados, pero pocos los elegidos...
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