La resaca de las precampañas avienta para el PRI, como marea roja, los resultados de la última encuesta del diario "Reforma" rumbo a 2018.
El equipo del presidente Peña, reducción del grupo mexiquense Atlacomulco, despierta la mañana de este jueves con el temible pronóstico: la fractura de José Antonio Meade como candidato ganador para la presidencia de México.
Distinto a lo publicado por "El Financiero" hace unos días, con un ligero avance de dos puntos para el precandidato priista, el diario "Reforma" baja a Meade en las preferencias del 17 por ciento al 14 por ciento, hecho que suma a la idea general, tanto en el círculo político como en la opinión pública, de que el ex secretario de Hacienda no es el caballo indicado para competir. El augurio toca lo sórdido: el PRI no tiene posibilidad.
Y es que el tema no son los puntos menos. La traducción por ésta y otras mediciones (igual de lúgubres) es que el partido en el poder está destinado al fracaso. ¿Cuál despegue? Meade está más varado que Mexicana de Aviación.
Algunos analistas señalan a "Reforma" como el diario de Ricardo Anaya (no hay pruebas) y, por tanto, advierten que dichos números están "cuidados", no en contra de José Antonio, más bien como revés para Andrés Manuel. Y es que la comentada encuesta le da al candidato del PAN (del "Frente") un avance considerable de seis puntos contra los tres de López Obrador.
Ahora, hay tres momentos de la encuesta que llaman la atención por radicales. El primero, el sector instruido de México, con nivel universitario o más, es el electorado que piensa votar por López Obrador con un atractivo 43 por ciento frente a un 17 por ciento de Ricardo Anaya. No se diga del precandidato "más preparado" según el PRI y el "matraquero" de Lozano. A él, a Meade, sólo lo votaría el 10 por ciento de la población más educada.
El análisis sobre este fenómeno de la escolaridad deja tres variantes: el ethos cultural de este sector le permite discernir entre propaganda tendenciosa, propuestas de gobierno y guerra sucia. Dos, la cercanía a medios informativos serios e independientes le da una visión más clara de los candidatos y sus intenciones. Y tres, se trata de una clase media y media alta golpeada por la corrupción, tanto en lo económico como en su seguridad que para ellos, atañe al PAN y sobre todo al PRI.
El segundo momento de la encuesta es el empate que Andrés Manuel tiene con Anaya en la región norte, donde López Obrador suele perder como pasó en 2012. Allí, ambos ostentan el 30 por ciento de las preferencias contra un ridículo 13 por ciento de Meade.
Por último, el descalabro del PRI. ¿Cree que el país va por buen camino? En marzo del 2012, la gente responde 47 por ciento "por buen camino", 35 por ciento "por mal camino". Hoy, febrero del 2018 y aquí viene el grito de Edvard Munch, 8 por ciento "por buen camino", ¡79 por ciento "por mal camino"! Menos mal que lo bueno, también cuenta.
¡Que pase el desfibrilador!
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