Ya son más de 40 mil millones recuperados en este año; son adeudos al fisco de los grandes “grandes contribuyentes”, pendientes desde 2013. No son nuevos impuestos. Ahora se están pagando. Ya era hora. Dinero de todos.
No estaban previstos en la Ley Federal de Ingresos 2020, aprobada a fines de 2019. Como tampoco estaba previsto el bajón económico, global, provocado por la pandemia del coronavirus. Estas recuperaciones a las finanzas federales han llegado “como anillo al dedo”.
Sí estaban previstos desde 2011 en el “Nuevo Proyecto Alternativo de Nación”, redactado, y publicado por Editorial Grijalbo, por 37 grandes figuras nacionales: mujeres y hombres patriotas. Aunque algunos críticos sigan hablando de falta de “certidumbre” para los inversionistas.
Dice el Nuevo Proyecto: “Tan sólo la eliminación de los gastos fiscales, es decir, de los regímenes fiscales especiales de las distintas leyes que benefician a una minoría, aportarían al erario público cerca de 700 mil millones de pesos, es decir, 6.5 por ciento del PIB. Siendo ésta una decisión política, por ahí habría que empezar para mejorar el sistema fiscal mexicano”.
Continúa: “es posible lograr el incremento de la recaudación federal a 10 puntos del PIB, sin subir impuestos ni crear nuevos. Se trata de cumplir con el mandato constitucional”.
Hablar de “incertidumbre” para los inversionistas es totalmente desorientador, cuando esta posición se ha reiterado desde el gobierno en funciones.
Regímenes especiales y adeudos sin cubrir son dos conceptos distintos, pero confluyen al tema central: la equidad fiscal.
Cuando sutilmente (y a veces no tanto) se habla de “gobernanza”, entendida como “el sano equilibrio entre el gobierno y las fuerzas del mercado”, y se pretende pasar por alto la rectoría económica del Estado según “las modalidades que dicte el interés público”.
Se acabó, pues, la nada sutil amenaza de: “agarras esto, o nos vamos a litigar hasta el año 3000”. Ya estamos viendo, en todos los rumbos, que litigar y litigar cuando se sabe que no se tiene razón ni ética ni jurídica, se ha vuelto un estilo de estorbar las acciones lógicas del gobierno en curso. Ya sabemos que el sistema judicial mexicano es desesperadamente lento (y omiso y, por eso, injusto).
Ahora ya está a la luz de toda la ciudadanía: Grupo Modelo, IBM, Wal-Mart, Alsea, FEMSA Coca Cola, Grupo Bailleres, América Móvil han quedado exhibidos como morosos en sus adeudos al fisco desde 2013. “Tan sólo 15grandes empresas del país tienen adeudos fiscales de 50 mil millones de pesos”.
Eso mientras toda la presión fiscal ha estado recayendo sobre la sufrida clase media y los pequeños empresarios contribuyentes; y en detrimento de los servicios públicos del derecho de todos los mexicanos.
La eficacia valiente de Raquel Buenrostro al frente del Servicio de Administración Tributaria: SAT, está contribuyendo a resolver los apuros fiscales ocasionados por la pandemia (y por el imperdonable deterioro del sistema nacional de salud por más de 30 años, que ha tenido hospitales sin equipos, ni personal, ni medicamentos, ni atención adecuada y ha requerido actualización urgente).
Ahí vamos.