Política

"Fratelli Tutti"

Como es sabido, el cardenal argentino Jorge Bergoglio al ser electo Papa tomó la decisión de llamarse Francisco en memoria y referencia directa al apóstol de la fraternidad universal, la que trasciende a la humanidad para llegar a todas las creaturas del universo: hermano lobo, hermana agua.

Toda una definición: de convicciones y de vivencia.

El Papa menciona a Francisco de Asís en 1200: su visita al Sultán Malik-el-Kamil de Egipto, “que significó para él un gran esfuerzo debido a su pobreza, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religión, en aquel momento histórico marcado por las cruzadas, fue al encuentro del Sultán”.

Hemos de suponer los mexicanos que los protestantes de las tiendas de campaña establecidas en el Zócalo de la Ciudad de México, que, entre varios referentes, utilizan la imagen de la Virgen del Tepeyac (con lo cual se ostentan como fieles católicos) deben estar ya, en sus amplios ocios, leyendo y analizando con atención y devoción la nueva encíclica del Papa Francisco titulada “Fratelli Tutti”, o sea: “Todos Hermanos”.

Deben de haber llamado especialmente su atención estudiosa los párrafos 119 a 124 de la encíclica, donde Francisco, en su función doctrinaria, detalla el concepto cristiano de propiedad.

Dice a la letra: “En esta línea recuerdo que la tradición cristiana nunca reconoció como absoluto e intocable el derecho a la propiedad privada; y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. El principio del uso común de los bienes creados para todos es el primer principio de todo el ordenamiento ético- social, es un derecho natural, originario y prioritario. Todos los demás derechos sobre los bienes necesarios para la realización integral de las personas, incluidos el de la propiedad privada y cualquier otro, no deben estorbar, antes al contrario, facilitar su realización, como afirmaba San Pablo VI”.

Dice también: “El derecho a la propiedad privada sólo puede ser considerado como un derecho natural secundario y derivado del destino universal de los bienes creados: y esto tiene consecuencias muy concretas que deben reflejarse en el funcionamiento de la sociedad”.

Cita el Papa Francisco a su antecesor San Juan Pablo ll: “Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno”.

Se remonta a los primeros Padres de la Iglesia. San Juan Crisóstomo: “no compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos”. San Gregorio Magno: “les devolvemos lo que es suyo”.

Quizá la pandemia no es la única explicación sobre el silencio que ha cubierto a la encíclica de Francisco; y resulten más cómodas las etiquetas de “populismo” y “asistencialismo”.

Por otra parte, algunos analistas políticos serios, con honestidad intelectual y sin prejuicios, podrán establecer algún parangón con la determinación, en lenguaje laico, de los constituyentes de Querétaro en 1917: “La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público”.


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Esteban Garaiz
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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