Política

Extracción: PIB que resta

El oro y la plata que se llevaron los españoles aumentaron el PIB colonial en sus tiempos: actividad extractiva. Poco o mucho, restaron las reservas naturales de los Reales del Virreinato, hoy República Federal.

Si hoy Pemex aumenta su extracción arriba de un millón 700 mil barriles diarios, entonces aumenta el PIB; y también resta las reservas de ese recurso no renovable, que es propiedad de la Nación, o sea: de nuestros hijos y nietos. En la misma proporción: suma y resta.

Los profetas de las energías limpias, que hoy revolotean de nuevo, no nos van a hacer creer en sus diatribas: con las que satanizan el recurso económico natural más valioso con que cuenta la Nación mexicana después del agua y el sol. Con una salvedad importante: agua y sol son inacabables y son el origen de la vida.

Los hidrocarburos de ahí vienen: son materia vegetal fosilizada por millones de años; y se están reduciendo. Son combustibles o son materia prima de miles de utensilios y productos. Si son combustibles, inducen la movilidad estratégica nacional, pero contaminan; y se acaban.

Quede claro: “la energía ni se crea ni se destruye; sólo se transforma”. Lo aprendimos en secundaria.

Como materia prima, los hidrocarburos están presentes en toda nuestra vida ordinaria; mucho más de lo que somos conscientes: medicinas, ropa, calzado, celulares, pantallas y mil cosas más.

Ya podemos imaginarnos lo preocupados que deben estar los siberianos o los canadienses con el calentamiento global. En los tiempos del profeta Abraham, hace cuatro mil años, Ur: su ciudad natal era puerto de mar en el Golfo Pérsico; hoy se encuentra tierra adentro. El planeta no se acabará si Ur volviera a estar a la orilla del mar.

Cada generación tiene sus propios retos técnicos; y trabajará con los recursos naturales con que entonces cuente y que le resulten asequibles para sus necesidades y conveniencias vitales. En otros tiempos la leña fue el combustible más limpio y asequible.

En siglos recientes el carbón mineral (que también es vida vegetal fosilizada por millones de años) fue la solución para las necesidades calóricas tanto de los hogares como en las industrias; así como materia prima de múltiples usos: desde medicinas hasta industria química. Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania fabricó “mantequilla” de carbón.

Lo que sí queda claro es que las reservas de hidrocarburos de nuestro subsuelo nacional son no renovables y se están acabando; y que es absurdo que las malbaratemos al exterior a precios internacionales siempre volubles y que no controlamos: con el cuento de que ya sólo usaremos energías limpias. Que además pongamos en riesgo nuestra movilidad estratégica actual.

Debe quedar claro a los ciudadanos, soberanos, y a sus gobiernos, electos por nosotros, que los hidrocarburos de la Nación deben quedar sujetos a una programación cuidadosa en sus tiempos de extracción, y para los usos de corto y mediano plazo.

No malabares lógicos con energías limpias solares y eólicas, que son intermitentes, cuyo uso práctico general está todavía en desarrollo y sin solución actual para uso general. 


www.estebangaraiz.org


Google news logo
Síguenos en
Esteban Garaiz
  • Esteban Garaiz
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.