Es cita textual. Dice el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario (sic) Institucional, Enrique Ochoa que “detuvimos el avance del populismo autoritario en el estado de México”.
Esta primera cita no es sino el marco para la segunda, igualmente textual: “Sí hay contraste a favor del modelo económico a favor de la libertad económica, respecto a la propiedad privada que tiene el PRI y el modelo económico que propone…”
Parece que ya se van aclarando las cosas después de decenios. Ahora sí queda claro que Enrique Ochoa, en su investidura de presidente nacional del PRI, en su entrevista con Óscar Mario Beteta, establece el claro “contraste” con el texto del Pacto Nacional de 1917 y el modelo económico que se propuso desde hace 100 años y 4 meses.
Dice el artículo 27, todavía vigente, de la centenaria Constitución: “La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público”.
Sí hay contraste. Tiene toda la razón el ciudadano Enrique Ochoa. Es clarísimo. La propuesta del PRI de hoy es un modelo económico en contraste con el “populismo autoritario” del texto constitucional vigente, a pesar de los daños estructurales que le han ocasionado en estos últimos años.
Hay algo que efectivamente no queda claro: en la mente del ciudadano Ochoa. Al parecer, confunde socialismo con rectoría económica del Estado.
Porque socialismo, como se proclama en Cuba, por ejemplo, y como lo definía Carlos Marx, quiere decir la propiedad pública exclusiva, no privada, de los medios de producción con trabajo ajeno contratado (lo que no incluye la propiedad privada de los patrimonios familiares: casa, vehículo, muebles, libros y demás).
En cambio, la rectoría económica del Estado, como es el caso de México y de los países de economía socialdemócrata, se impone sobre la propiedad privada. No suprime la propiedad privada.
Eso sí: impone impuestos (perdón por la redundancia); y los impuestos deben ser, según criterio internacional establecido, progresivos; o sea: que deben ser fijados en proporción creciente según utilidades generadas.
No como ocurre, claramente, en la anual Ley Federal de Ingresos en todo el siglo XXI, aprobada cada año por el PRIAN, que condona cientos de miles de millones de pesos a los llamados engañosamente “grandes contribuyentes”; y carga, en cambio, la mano a los “pequeños y medianos contribuyentes” con impuestos claramente regresivos como el gasolinazo. Además de completar el gasto anual, arriba de un tercio, exportando en crudo el patrimonio energético de la Nación, que se acaba.
Por lo demás, el citado texto centenario dicta en su artículo 80 que: “Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión en un sólo individuo… “¿Será eso autoritario?
Ese ejercicio está ahora depositado jurídicamente en Enrique Peña Nieto, el de la casa blanca de aquí. En los fines de semana que le deja libre su investidura, decidió en estos meses pasados contribuir a la campaña para impedir el avance del “populismo autoritario” de la maestra Delfina Gómez en su estado natal.
El “modelo económico que propone” la maestra Delfina está publicado por Editorial Grijalbo desde 2005; reiterado, desglosado y documentado en 2011 por 37 especialistas y también publicado por la misma editorial Grijalbo con 339 páginas. Nadie, que se sepa, ha hecho el más mínimo cuestionamiento a la constitucionalidad del modelo económico presentado en las citadas publicaciones, que, además, fue plasmado en las correspondientes plataformas electorales registradas formalmente ante el Instituto Federal Electoral en 2005-2006 y 2011-2012.
Como es ciudadanamente conocido, es requisito para el registro legal de cualquier candidatura el estricto apego a la constitucionalidad de su propuesta electoral.
Lo cual nos lleva a preguntarnos racionalmente si la declaración del presidente del PRI al comunicador Óscar Mario Beteta fue simplemente un resbalón subconsciente del ciudadano Enrique Ochoa; o será la propuesta electoral de su institucional partido para 2018; y después preguntarnos también si el INE la considerará valida de registro.
Hay un punto en el que resulta inevitable darle la razón al ciudadano Ochoa: México tiene que salir cuando antes de la estúpida petrolización de su presupuesto federal que prevalece desde 1982, por acuerdo prianista, gastándose año con año el patrimonio energético de nuestras siguientes generaciones.
Esa comparación merece reflexión aparte. Porque en ese punto México y Venezuela están cometiendo el mismo error. Así como en no darle prioridad nacional a su seguridad alimentaria. Eso también es rectoría económica del Estado.
P.D. Populismo: nombre puesto por los bolcheviques a quienes opinaban que el ímpetu revolucionario puede venir de todo el pueblo y no sólo de la clase proletaria.
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