Política

Civilización militar o militarización civil

Cuando se pretende hacer análisis social, es necesario tener claridad mental. “Tribuere cuique suum”: a cada quien lo suyo.

Las fuerzas armadas: de tierra, mar y aire, están para algo. Su misión central es preservar la integridad física de la soberanía nacional: nada más y nada menos.

Eso supone e implica la salvaguarda física y funcional de todas las instalaciones estratégicas de la vida nacional.

Estratégicos son: fronteras y costas, aguas nacionales y patrimoniales, puertos, aeropuertos, ferrocarriles, plataformas petroleras; refinerías y petroquímicas, hidroeléctricas y geotérmicas, ductos energéticos y subestaciones eléctricas.

También las aduanas son estratégicas para la seguridad nacional, aunque requieran gerencia civil. (Si no, pensemos en los cientos de miles de armas de alto poder que se han colado por ellas).

También las presas son estratégicas; y de manera especial aquellas que son objeto de acuerdos internacionales, de muy delicado equilibrio con los países vecinos: de norte y sur.

Quienes atenten contra las instalaciones estratégicas no son delincuentes del fuero común; son “el enemigo”: función exclusiva de las fuerzas armadas (El Marro no es un simple delincuente).

Todavía más: si el atentador es nacional, entonces es traidor a la patria; en el siglo XIX, motivo de fusilamiento.

Todo mexicano (y todo poblador de nuestra tierra, sea o no sea nacional) tiene el derecho indeclinable de que se le respeten sus garantías individuales, empezando por las vitales: el derecho a sobrevivir, a la atención de su salud, a la escolaridad; por supuesto a la plena libertad de expresión pacífica y respetuosa, incluso de su inconformidad y disidencia.

Pero no será aceptable en la vida republicana la presión para violentar la voluntad mayoritaria.

Quienes dirijan o instiguen a cualquier manifestación de inconformidad y repudio también están obligados, por la responsabilidad que asumen, de no cruzar la raya de la integridad nacional.

Una cosa, muy válida, es manifestarse en contra, y otra, muy arriesgada, es atentar contra los espacios estratégicos nacionales: “un soldado en cada hijo te dio”.

Esa es la raya clara entre la preservación del orden cívico y la represión. Los espacios estratégicos no son espacios de reclamo ciudadano. Son de dominio nacional.

La recién constituida Guardia Nacional, de funciones civiles, o sea: para tutelar todos los derechos de toda la población civil, ha incorporado en sus filas miles de efectivos de origen castrense.

Su formación profesional de disciplina y entrenamiento en el uso regulado de la fuerza no les debe impedir comprender su nueva función: proteger y tutelar los derechos de todos los seres humanos en el marco de las normas establecidas. Su formación previa mucho ayudará: de manera específica por su entrenamiento en auxilio a la población civil en los desastres naturales.

Sin detrimento alguno de sus propios derechos laborales previamente adquiridos.

P.D. Debate no es etiquetar personas. 

Google news logo
Síguenos en
Esteban Garaiz
  • Esteban Garaiz
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.