Política

La ciudad de las 4,330 toneladas de basura diarias

En las últimas semanas vecinos de la ZMG, especialmente de Guadalajara, se han quejado por la falta de recolección de basura en sus colonias y el desastre que esto genera, el temporal de lluvias no ayuda en mucho y su combinación es ideal para otro tema que fue abordado la semana pasada, el de las inundaciones. No es un problema nuevo, pero tiene los mismos protagonistas: los gobiernos municipales, la empresa concesionaria y la población.

De acuerdo al Inegi los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco producen diariamente 4,330 toneladas de basura de seis mil que se generan en todo el estado. La proporción es gigantesca y habla de un problema no solo de producción, sino que abarca la acumulación, procesamiento y la llamada disposición final de algo que nadie quiere tener, la basura, ni la propia, menos la ajena. Pero es algo que va hasta en lo simbólico, muchas veces creemos o tenemos la sensación de que al pasar el camión recolector nuestros desechos desaparecerán o que es problema de otros, o no nos detenemos a pensar simplemente en qué pasa con ellos. Y es un asunto que se está convirtiendo en gravedad para los ayuntamientos e incluso a llegado al campo de las autoridades estatales.

La semana pasada la empresa Caabsa emitió un comunicado que explicó que este retraso en la recolección se debía en gran parte a los efectos del temporal de lluvia. En el caso de Guadalajara se habilitaron treinta camiones para atender el asunto y aminorar la carga de trabajo y claro, el malestar. Insisto, no solo se trata de la recolección que es un eslabón muy importante y tal vez el más visible en una cadena muy larga. El problema se agravó desde hace pocos años cuando Laureles fue cerrado por estar saturado y puso en jaque a los munícipes por decidir a dónde se iría la basura de la ciudad. El conflicto se recrudeció al fracasar el proyecto de un nuevo vertedero en Tala y la decisión provisional, pero que ha durado mucho tiempo de dejar los desechos en Matatlán, donde la propia empresa lo hacía de manera ilegal y cuyos efectos ya pasaron por clausuras, manifestaciones de pepenadoresy un incendio que ensució el aire.

Y el problema sigue mientras la empresa y los ayuntamientos no llegan a acuerdos y tensan la cuerda ante la aproximación de la fecha límite en que se debe decidir si se mantiene el esquema actual o los gobiernos locales absorben su obligación constitucional.

Hace falta un lugar donde dejar nuestra basura y obviamente nadie quiere que sea en su territorio, hacen falta instalaciones adecuadas que cumplan con la norma y que tengan el vocacionamiento de aprovechar los desperdicios y reducir el impacto ambiental. No quiero ser repetitivo con el tema de la semana pasada, pero no encuentro otro punto del cual partir: debemos pensar nuestros problemas con una visión de ciudad, la ciudad que todos los días genera 4,330 toneladas de basura y que deben irse a algún lado. Pensar los problemas de la ciudad con una postura de coordinación y colaboración e incluso evitando ser presas de intereses económicos, más si estos han demostrado ser añejos, ineficientes y costosos.

El fin del periodo de la concesión no solo es un deadline para tomar cartas en el asunto, sino una oportunidad, o incluso urgencia, para replantear el papel de los gobiernos locales, su capacidad para cubrir los servicios y la pertinencia de concesionarios y sobre todo, la de la población, porque todos merecemos servicios de calidad y son públicos, eficientes y de bajo costo, mucho mejor.


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Ernesto Gutiérrez
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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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