Sin entrar en términos legales que en su cotidianeidad acaban cantinfleando para llevarnos a las hermosas aguas de las “lagunas legales”, quiero hablar del fuero, el famosísimo fuero.
Este beneficio de la ley está diseñado para que los que llegan al olimpo social, o sea, elegidos para cargos políticos, no los metan al bote si son acusados de cometer alguna fechoría, bajo el argumento que por encima de todo debe estar la garantía de la gobernabilidad del país.
Pero pues "Mhejiko Majiko, bro", nuestro país está en el jet set de la corrupción del 'mundo mundial', y el fuero, ese elemento legal es en ocasiones un certificado para robar. Por décadas se ha permitido que con la Constitución en la mano se delinca desde una curul o desde una silla de gobierno, haciendo pedazos el dinero de nuestros impuestos.
Sin fuero en el país pos no habrían suficientes celdas para tanto político 'gandalla' y nuestros poderes estarían semi vacíos… ¡Ay no, qué feo sería eso!
En la década pasada, tuvimos una generación de gobernadores rapaces que saquearon las arcas de sus estados, trabajaron con el crimen organizado, y sonrieron a las cámaras con la seguridad que les da el fuero.
Desde hace años, se ha puesto en la mesa el debate sobre si se debe seguir esa linda cultura de fomento a la impunidad jurando “cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen”.
Actualmente hay 15 estados que eliminaron este blindaje, el resto se niega a dejar a los pobres políticos sin su manto protector; también el Presidente de la República carece de fuero a partir de este año.
En México, el tema del fuero fue viral cuando el otrora Presidente Vicente Fox intentó arrebatarlo de manera fallida al entonces regente de la CdMx y actual Presidente López Obrador; hoy lo es por el caso del gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, acusado de delincuencia organizada, lavado de dinero y defraudación fiscal.
La bronca es que si la acusación tiene móvil político, "tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata". Peor, para la oposición es más importante la victimización por el desafuero que las posibles implicaciones oscuras del gober wind of change.
Oiga, compa, yo también quiero un fuero de esos…. En fin, la inmunidad.