No existe poder más grande que el de religión sobre la condición del ser humano. Los grandes imperios, las grandes cruzadas, han llevado por delante a la afrenta a las deidades.
Es y ha sido, el argumento válido y la justificación ilógica para el expansionismo influenciado y el control de masas, el sometimiento de los pueblos, incluso, con la venia para el derramamiento de sangre, la violación, la tortura.
Siempre ha sido por los dioses.
En la historia del mundo han pasado la religiones y estandartes, desde las culturas prehispánicas y su “paganismo”, y con mucho mayor fuerza, tras la caída del imperio romano, con el cristianismo y sus variaciones, hasta nuestros días.
Hoy, aún existen culturas que someten bajo una biblia o un libro sagrado a las comunidades, a los grupos sociales, como los musulmanes en sus casos de extremismo, que violentan crudamente y con la tolerancia del mundo entero, los derechos humanos de muchos de los sitios sobre los que ejerce influencia.
De ahí que de vez en vez, se asomen desde la oscuridad del esclavismo de la fe, crímenes de la humanidad como las violaciones, la pederastia, la muerte, y la enorme complicidad de los líderes religiosos y los grupos de poder y sus ecuaciones de millones y millones de dólares.
Es precisamente la fe, la debilidad del ser humano para justificar la muerte y su temor a ella, el arma más poderosa de la religión.
En México, un nuevo caso de violaciones humanas por transgresores de la fe se dio con el líder de la Luz del Mundo, nacida en Jalisco hace casi 100 años y que tienen casi 6 millones de fervientes seguidores y miles de millones en sus arcas.
Pederastia, un red de pederastia, de eso acusan a su líder, Naasón Joaquín García en California, Estados Unidos, y esta organización siempre ha tenido cerca a políticos de México, recientemente involucrada la 4T con un evento (que dice el gobierno que los engañaron) en el mismísimo palacio de Bellas Artes, pero también se han visto involucrados otros actores de otros partidos, del PRI, del PAN, del Bronco.
No digo que las religiones sean malas, que Naason ya sea culpable, y que si lo fue, quienes estuvieron cerca también, pero qué pinche miedo los abusos de la fe.