Cultura

El negocio de vender un alma al diablo

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Sí, la literatura inglesa de finales del siglo XVIII, igual que cualquiera, tuvo emblemáticos representantes, que marginaron a otros también talentosos. Aunque sirven de adornos culturales, poseen poca fama y que en absoluto desmerecían, provistos de originalidad. ¿Cuánto le debe a Francia, o sea, a las letras francesas, la prosa inglesa que inicia en la centuria XIX?

Max Beerbohm (Londres, 1872-Italia, 1956) escribió Enoch Soames (Rey Lear, 2006) sin conciencia de tener un estilo admirable que ponderó Borges. El libro está repleto de pasajes que uno anhelaría ensayar en la realidad, el tono del genio que relata malicioso y el del protagonista, víctima de su vanidad, lo hacen parecer fábula. Pocos lectores saben quién es Soames. Ignorado por remoto pero comparable con figuras populares: Falstaff y Dorian Gray, la escena resulta en general equiparable al infierno de Dante, con un tono más propio de Henry James.

Hay teorías respecto al personaje novelesco, una semiología erguida comúnmente sobre lo dramático; en este caso delimitada por una excéntrica historia que no puede ser verificada, tampoco desmentida. Señalando el menosprecio hacia los artistas, la falta de reconocimiento del público, ya que el veredicto de la posteridad lo dan aquellos incapacitados de emitir un juicio. El cuento inspira piedad, cuando en el epicentro del desasosiego, el escritor frustrado vende su alma al diablo.

Considerado un servidor público antes que artista, Soames, poeta y lírico, dedicado a leer a Milton en las salas del Museo Británico, confiesa que él lo convirtió al satanismo. El autoproclamado satanista católico, confiriéndose autoridad de critico, califica a Baudelaire de burgeoise malgré lui y declara que Verlaine era un épicier malgré lui: solo cabe en él venerar los pasajes de Villiers.

Desorden y anacronismo en la narración nunca son ajenos cuando la disposición prosística está al servicio de los hechos, nos permite empatizar inclusive con Satanás, representando un caballero elegante que inspecciona ciudades buscando gente dispuesta a someterse e intercambiar el miserable presente por un glorioso futuro. ¿Cómo negar ofrecerse gratuitamente al demonio que habla con la misma cadencia seductora de Paul Celan? Siguiendo el consejo de un verso: “mantente dentro: transfundido de nada, libre de plegaria, sutilmente acordado según la pre-inscripción insuperable, yo te acojo en lugar de toda paz”.

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Erandi Cerbón Gómez
  • Erandi Cerbón Gómez
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  • Erandi Cerbón Gómez (Ciudad de México, 1991) hizo estudios de filosofía en la UNAM y escribe sobre libros en Notivox desde 2014. Publica los jueves cada 15 días su columna Igitur.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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