“Hay una fuente de la juventud: es tu mente, tu talento, la creatividad que traes a tu vida y a las vidas de tus seres queridos. Cuando aprendas a aprovechar esta fuente, es que realmente habrás derrotado el envejecer”
Sofía Loren
Sin sonar a indirecta para nuestro actual gobierno, México ha comenzado a envejecer, la curva demográfica se ha invertido a una gran velocidad y al parecer no nos dimos cuenta.
Mientras que en Francia visualizaron y se prepararon para el envejecimiento de su población, en Estados Unidos durante setenta años y en Francia desde hace 110 años, en México, fuimos mas exitosos y eficaces en ello, en solo 26 años, se logro una gran eficacia (sin querer o queriendo) tanto en concientización de la planeación familiar y la prevención del embarazo junto con un ambiente social y económico adversos, desincentivar la reproducción humana.
Quizás alguien recuerde aquellos comerciales de la CONAPO donde un padre le leía cuentos a sus hijos mientras se dormían, cerrando el comercial con una voz que decía: “pocos hijos para darles mucho”, o quizás recuerden la terrible crisis económica, de 1995, la inseguridad, falta de oportunidades, etc.
En Francia, como en Estados Unidos, visualizaron la tendencia y se prepararon para ello, mientras, en México, de acuerdo con el INEGI simplemente, un día hicimos conciencia de que esto estaba sucediendo o más bien, ya había sucedido.
Aunado a lo anterior, los avances en salud y tecnología están logrando prolongar la vida de los seres humanos, Yuval Noah Harari, predice que en cuestión de medio siglo, el ser humano podrá aspirar a vivir más de 150 años.
Con las anteriores tendencias, México está en un gran aprieto, y de no tomar medidas de inmediato, para el corto, mediano y largo plazo, un día no muy lejano, nos encontraremos en un país con muchos viejos y muy pocos jóvenes.
Por el lado de oportunidades, quienes hoy hagan planteamientos e inversiones en infraestructura, bienes y servicios, etc. para los adultos mayores, tendrán un gigantesco mercado en nuestro país.
En cuanto a diversos problemas, comenzando por la urgencia de reformar y modernizar el sistema de pensiones, que lejos de ajustarse al alza como lo han hecho otros países, en el nuestro fue ajustado a la baja, sin analizar las consecuencias catastróficas que pudiera conllevar.
Políticas públicas urgentes, que preparen al país tanto física como psicológicamente, educación, leyes y reglamentos que acompañen a la población en el proceso de envejecimiento.
Las medidas deben ser graduales y cuidadosas ya que, si un día el gobierno se da cuenta de que no hizo la tarea e intenta tasar más alto a la gente en edad productiva (los jóvenes), que cada vez serán menos, terminarán por huir a otros países y el problema no hará mas que empeorar.
Nosotros en lo individual, debemos estar consientes y tomar las medidas físicas, psicológicas y económicas para prepararnos para vivir más años en un país que no se está preparando para recibir a “ese yo” del futuro.
Disciplina, ejercicio, sana alimentación, ahorro y concientización, de que el cuerpo que nos transporta durante la vida nos acompañará (esperemos) muchos años más que a nuestros antepasados.
Debemos estudiar y aprender de los éxitos y fracasos de otros países que se han preparado, tomar con urgencia medidas responsables, mucho mas allá de lo popular, para que al igual que en décadas pasadas el CONAPO invitaba a tener pocos hijos para darles mucho, empezar a comunicar lo necesario para promover el envejecimiento con salud y dignidad.
Enrique Espinosa Olivar