Política

Navaja de Ockham

“No hay ser humano más miserable, que aquel donde nada es más habitual que la indecisión.”

William James

La navaja de Ockham, es un principio de economía o parsimonia, atribuido al monje franciscano, Guillermo de Ockham, quien planteaba que, ante igualdad de condiciones, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.

Ockham plantea que normalmente la explicación más simple es la mejor, y siempre tenemos que intentar explicar lo desconocido en términos de lo conocido.

Sin embargo, el monje de Ockham hacía este planteamiento por allá del siglo XIII y tomando en consideración que los elementos que nutrían las opciones a elegir muy probablemente eran alimentadas por sus compañeros de monasterio, la meditación, contemplación, oración, etcétera. No había periódicos, televisión y mucho menos redes sociales.

Claramente, entre más se entrene la mente, la educación, la compañía de con quienes se platica, se convive, debate o intercambian ideas, se va elevando el nivel del pensamiento.

Lamentablemente la era de los satisfactores inmediatos, comunicaciones digitales, el internet, el metaverso, big data, etcétera, han llevado a una involución a la pereza del pensamiento, a las reacciones inducidas o aprobadas por influencers, opinadores o simplemente manipuladores que han descubierto cómo generar tendencias en las masas promoviendo hacer sin siquiera meditarlo.

Los políticos y los medios de comunicación nos venden noticias que anticipan potenciales riesgos a nuestra salud, a nuestro sustento, nuestro patrimonio y hasta nuestras vidas y entonces nos comienza a dominar ese instinto primitivo de supervivencia.

El problema es que las comunicaciones y las tendencias son tan instantáneas, tan rápidas, tan dinámicas, que las reacciones masivas se están volviendo el producto, no de un análisis, sino de una reacción.

Muy probablemente, si Ockham hubiera nacido en México, su pensamiento hubiera sido algo distinto. Lamentablemente en nuestro país, las causas, los efectos y los espacios intermedios tienen más motivos, conspiraciones, intereses y capas que una cebolla y es por ello que, por lo general, la explicación más simple no es la correcta o la verdadera.

Para mover, dirigir o manipular a grandes masas, hay de dos: ser un mentiroso profesional, malévolo y perverso o ser una persona verdaderamente honesta. Y tristemente, por lo general nos topamos con los primeros.

Tomando lo mejor de la enseñanza de Ockham y luchando por no convertirnos en el ser miserable que plantea William James, nos queda trabajar en nosotros mismos.

Generar hábitos que eleven nuestro pensamiento y donde se tenga la capacidad de encontrar en lo complejo un rumbo, en la oscuridad la luz y en la mentira, verdad; si no la verdad para todos, sí la nuestra.

Es muy probable que, en un mundo manipulado por información y modas masivas, parezca equivocado encontrar soluciones simples y elementales ante la adversidad y retos, desde lo moral, lo económico, lo social, etcétera.

La lectura, las amistades y convivencia con gente inteligente, estudiar, atender a conferencias, museos, exposiciones, etcétera, de manera habitual y disciplinada, hará que las explicaciones más simples a problemas complejos tengan como resultado algo inesperado y brillante.

El mayor reto consiste en tener altura de miras y renunciar al miedo de aprender cosas nuevas que nos lleven a respuestas que en lo elemental sean extraordinarias y factor de cambio.

Hay que tener determinación, creer y hacer, pero para ello es necesario ejercitar y nutrir la mente y el alma para que las explicaciones más simples no sean las correctas o las esperadas, sino las adecuadas.

Enrique Espinosa Olivar
Google news logo
Síguenos en
Enrique Espinosa Olivar
  • Enrique Espinosa Olivar
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.