No hubo propuestas, únicamente cambian de partido, son los mismos de siempre, nadie me representa. Fueron algunos de los motivos que llevaron al electorado a votar por Samuel García.
García Sepúlveda será gobernador, quizá el más joven, pero no por ello el más inexperto, empezó la carrera a la gubernatura como los equipos de media tabla, lejos del primero y lejos del último lugar. Lleva tres de tres: diputado local, senador y ahora gobernador. Fueron los desaciertos de sus oponentes y la conexión con las redes los que le llevan al palacio de cantera.
Cobijado por especialistas del marketing, Samuel fue el primero en entender que el tiempo de la campaña no le alcanzaría para caminar los 51 municipios de Nuevo León. En pandemia debía acercarse por aire; las redes fueron El Vehículo, así en mayúsculas, para apelar a la emoción del electorado, al que se decanta por el candidato más conocido, el que es simpático, el que le cae mejor y no necesariamente el de mayor experiencia.
Los nuevos votantes vieron mucha experiencia y pocos resultados en aquellos que contaban con gran pasado. Ante ese vacío, Nuevo León habló de nuevo, y hartos, como hace 6 años el estado se aventuró por un candidato que dice no ser más de lo mismo, en esta ocasión los electores minimizaron y hasta justificaron los desaciertos del abanderado naranja, como en su momento lo hicieron con Jaime Rodríguez.
En este contexto, los partidos quizá piensen reclutar tiktokers o instagramers, ellos que hoy tienen comunicación directa con el electorado del 2024.
El domingo voté y en la casilla coincidí con ciudadanos que, sin importar el calor o la tardanza por las medidas sanitarias de la pandemia, tenían mucho ánimo de participar en la democracia, como cada seis años, con la esperanza de que al estado le vaya mejor.
El reto para el nuevo gobernador es grande, no tendrá control del Congreso, no es del partido del Presidente, y le reiteran sus detractores que no se puede gobernar a través de las redes sociales. La luna de miel comienza con altas expectativas.
El fenómeno Samuel-Mariana Rodríguez (su esposa) no es nuevo, ya hubo antes otro candidato disruptivo y que conectaba diferente, cercano al electorado. Esa campaña la encabezó el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Enrique Burgos-Véliz
@enriqueburgosv
