Este 2022 será un año difícil. Si algo hemos visto y documentado en estos casi dos años de pandemia es el incremento de personas que han querido vacunarse y aquellos que no. Ahora con el surgimiento de una nueva subvariante de ómicron, para muchos la sensación es la de haber regresado al punto de partida.
A pesar del esfuerzo para la producción y distribución de vacunas, el rango de la infección parece no disminuir y se perfila un repunte de la enfermedad, aunque las autoridades opinen lo contrario.
El sexenio pasado, Nuevo León dio muestras de querer combatir frontalmente la pandemia, por lo menos en discurso: más pruebas, más resultados, menos incertidumbre decían; pero ¿realmente más pruebas daban más resultados?
Sin embargo, se llevó a cabo la imperante necesidad de favorecer a algunos con contratos para lucrar con la emergencia sanitaria, después de todo quién iba a pensar mal de la reasignación de los recursos, si estos eran con fines sanitarios. ¿Quién iba a cuestionar al gobierno por gastar más de 2 mil millones de pesos por recursos extraordinarios?
Ante una eventualidad como esta siempre hay dos lados de la conversación: quienes cuestionamos la efectividad de las medidas y, sobre todo, de los alcances financieros que se vieron opacados y aquellos que no. La pandemia no ha cedido, pero las acciones sanitarias sí se han modificado en el transcurso del tiempo.
Si bien es cierto que urgía tener resultados, pruebas y documentar una emergencia sanitaria, no se les eximía de rendir un informe de los gastos en cuestión.
Han pasado dos años desde que inició la pandemia. Si la primera pregunta que nos hacemos después de atender la emergencia no es ¿cuánto y a dónde fue a parar el recurso?, entonces no se ha entendido de que en la lucha contra la corrupción participamos todos.
Documentados están los casos de favorecer con contratos millonarios a sobrinos de un funcionario, los lujos desmedidos en la empresa que administra el agua, la cual por cierto escasea (pero ese es otro andar), las pruebas anticovid que inicialmente nacieron de la necesidad por saber el estado real de la pandemia, pueden ser el hilo que termine por deshilachar la mal tejida trama del gobierno de Jaime Rodríguez. A dos años de la pandemia, ¿qué nos falta saber?
Enrique Burgos- VELIZ
@enriqueburgosv