El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes confirmó que los mensajes de WhatsApp que integró la comisión que preside Alejandro Encinas no son confiables. Las capturas de pantalla muestran inconsistencias y no deben ser consideradas en el proceso judicial. Así lo determinó el peritaje.
El tema se torna delicado. No faltarán quienes promuevan la confusión para exonerar a los culpables, muchos de ellos del Ejército.
Ojo, la investigación de la comisión presidida por el subsecretario Encinas, la Covaj, no es la misma que la del ex fiscal especial Omar Gómez Trejo, la Ueilca. Esta última incluye datos verificados, diálogos entre criminales que son pruebas válidas y tiene el respaldo de víctimas e instancias internacionales.
Preocupa que AMLO apuntaló lo hecho por Encinas y descalificó lo realizado por Gómez Trejo. Cuando este último renunció —porque Gertz Manero solicitó echar atrás las 21 órdenes de aprehensión—, Andrés Manuel volvió a apoyar al fiscal general y no a Omar, y advirtió que se guiarían por el informe de Encinas.
El mundo al revés, pues.
Hace ocho años, un mes y seis días se cometió un crimen de narco-Estado militarizado. Es el negocio. Es el trasiego. Es la ilegalidad de punta a punta, de país a país, de Guerrero a Chicago. De ese tamaño.
La noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala se desató el horror. Ese que recorre la República con delincuentes pertenecientes a los tres niveles de gobierno. Son los cárteles con rostro de sicarios, pero también de miembros de la política, el empresariado y las fuerzas armadas.
Por eso Ayotzinapa es paradigma de un país donde atrocidades de lesa humanidad encuentran refugio en la impunidad, sexenio tras sexenio.
Al ser el propio Estado el perpetrador, no podemos esperar que él mismo resuelva. Por lo menos no ahora, donde las estructuras permanecen.
De ahí la valiosa participación internacional.
Ayer concluyó la labor del GIEI. Desde el primer momento sus integrantes marcaron el rumbo. Hablaron de la línea que apuntaba al tráfico de drogas de México a EU. Señalaron al quinto camión y muchas otras evidencias clave.
Por eso, ante la duda: GIEI, GIEI y más GIEI.
Necesitamos más GIEI y menos FGR-Gertz.
Aquí entre nos
El GIEI se va porque, como con Peña, no hay condiciones. Y como antes, le niegan documentos. Tiene información de la existencia de material militar que no le entregaron.
Es vital que permanezca su asistencia técnica.
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