El que Norma Lucía Piña Hernández sea la nueva cabeza del Poder Judicial Federal es una buena noticia.
Lo es por varias razones. Van tres:
Primero que nada, porque no llegó Yasmín Esquivel.
Hubiera sido un desastre. No solo por el caso, de por sí escandaloso, del plagio de hace décadas; sino por la forma en que, en estos días, manejó la crisis.
También, por su abierta cercanía con el régimen y el sentido de sus votos.
Aunque la elección de quien preside la Corte corresponde a las y los once integrantes del pleno, y eso hacía difícil el triunfo de Esquivel, no se descartó su cercanía con AMLO.
Las presiones de un partido-gobierno tan poderoso como el actual son mayúsculas y la amenaza a la autonomía del PJF es real y constante. Piña mantiene un trato respetuoso con Andrés Manuel y, a su vez, una sana distancia.
Segundo, porque es la primera mujer en la historia de México al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal. Enhorabuena.
Cabe recalcar que se trata de una jurista que llegó por su trabajo y méritos propios; con una trayectoria ascendente dentro de la carrera judicial.
Y tercero, porque como ministra ha mostrado independencia en sus posicionamientos, conocimiento y una visión progresista a favor de la defensa de derechos.
Lo dicho: por sus sentencias las conoceréis. Y, en general, Piña sale aprobada. Ojalá esto no cambie. El pleno de la SCJN tiene asuntos pendientes de vital importancia.
Hoy Norma Piña se convierte, por su investidura, en la segunda persona más poderosa de México.
Así que, por lo pronto, arrancamos bien el 2023.
Aquí entre nos
La “defensa” (si se le puede llamar así) que ha hecho Yasmín Esquivel de sí misma recuerda aquellas caricaturas y series en donde alguien cae en arenas movedizas. Entre más se mueve, más se hunde.
En un episodio reciente, la Fiscalía de la Ciudad de México intentó rescatarla: le aventó un lazo y cayó en el pantano.
Pero, ¿qué necesidad de Ernestina Godoy?
O, ¿qué enjuagues obligan a las autoridades capitalinas a salir en su defensa, sin siquiera tener competencia para ello?
¿#EsClaudia?
Elisa Alanís
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