Óscar Andrés Flores fue detenido en un operativo realizado por la Marina y la Fiscalía General de la Ciudad de México luego de ser identificado como vecino del fraccionamiento Los Amores de Don Juan Téllez en el municipio de Tolcayuca, a 15 minutos de Pachuca.
No es la primera vez que ocurren sucesos ligados al crimen organizado en la zona limítrofe con el Estado de México, es decir en Tizayuca, principalmente, pero también en Tolcayuca por su conectividad carretera, así como en el Atliplano donde se han presentado casos grandes en Tepeapulco, Apan y Emiliano Zapata.
La incursión que ayer hizo la Marina en Hidalgo debe analizarse bajo dicho contexto pues no se trata de que a Hidalgo ya lo tomó algún cártel o de que la delincuencia se apoderó de los municipios.
La zona ha sido por tradición cruce de caminos y personas de todo el país con dirección a Puebla, Querétaro, Edomex, la capital del país o el norte. Solo hay que recordar algunos sucesos para entender por qué Tolcayuca siempre ha padecido de problemas de seguridad.
En 2018 elementos de la Policía Federal aseguraron una carroza fúnebre con reporte de robo, la cual fue empleada para el traslado de mil 150 litros de gasolina ordeñada a ductos de Pemex en dicho municipio, pues los sospechosos tomaron rumbo al Arco Norte.
En 2010 la propia directora de Protección Civil del municipio, Deyanira Durán, fue detenida como parte de la desarticulación de una banda de venta clandestina de diésel en la comunidad de Los Ángeles donde años después se encontró una bodega con casi media tonelada de mariguana.
Bodegas clandestinas, refugio de comerciantes mexiquenses y chilangos, falta de vigilancia, nula atención en fraccionamientos, quizá podría empezarse por esos detalles.
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