A una semana de la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Zumpango, Estado de México, el tema de la seguridad pública vuelve a ser uno de los retos principales por lo que implicará la puesta en operación de una terminal aérea en límites de Hidalgo y Edomex.
El Valle de México es sin duda una de las principales zonas del país con la mayor cantidad de problemas poblacionales y de seguridad, pues la cantidad de habitantes supera por mucho la capacidad de los gobiernos de atender servicios y calidad de vida. Por ello el AIFA representa una opción para que se pueda atender la demanda de seguridad en colonias y fraccionamientos, pues para nada es secreto que la incidencia delictiva es alta en la colindancia de ambos estados; además, Tizayuca, el primer municipio hidalguense con el que se ingresa a la entidad, estará a 15 minutos del nuevo aeropuerto.
Las autoridades ya empezaron un plan para poner en la mesa estrategias que deben llevarse a cabo, sin embargo, al ser una obra federal, se requiere que el gobierno de México ponga a disposición los recursos para garantizar que la delincuencia no se apodere de las inmediaciones del AIFA. De acuerdo con el último reporte de incidencia delictiva, en 2021 el principal delito en la zona fue el robo, seguido de homicidios. Del lado del Edomex, en Tecámac y Zumpango, la delincuencia no tiene freno y es una de las partes más inseguras no solo del área mexiquense, quizá del país. Lo anterior representa todo un reto para quienes impulsen el desarrollo del AIFA, pues de la seguridad que ofrezcan dependerá que la gente de Hidalgo quiera acceder a sus servicios y utilizar sus vuelos; de lo contrario, ni para pararse por esos lares a menos de que uno quiera ser asaltado.
Eduardo González
Twitter: @laloflu