Los candidatos al gobierno estatal comenzaron el segundo y último mes de la campaña con su participación en el foro del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo y con una reunión con estudiantes del Tec de Monterrey.
Dichos encuentros siempre serán importantes, porque más allá de medir o verse muy o poco populares ante el empresariado, o de salir bien librados ante la comunidad estudiantil, revelan cuáles son los planes e intenciones a realizar en caso de ganar la elección.
Sin embargo, parecen haber desaprovechado ambos espacios pues al igual que con la Coparmex en el mes de abril, los encuentros nos fueron tan espectaculares y terminaron cayendo en la misma fórmula de quedar bien y a lo que sigue. Los candidatos punteros o por así decir, los que tienen posibilidades reales de ganar el 5 de junio –no por demeritar al resto, sino por las tendencias-, parecen estar en la ruta de no querer cometer errores y quizá por ello prefieren no arriesgar de más. Ante la iniciativa privada, se habla de generación de empleos, de combate a la corrupción, de que se acabaron los amiguismos, de impulso al turismo, lo mismo que dijo Miguel Osorio antes de ser gobernador, lo que repitió Francisco Olvera, y lo que reiteró hace 6 años Omar Fayad. No es que sean planea negativos, al contrario, parecen ser parte de una fórmula política de las campañas, pero que al llegar a los gobiernos, es imposible cumplir al 100 por ciento, por lo que se vuelve y se vuelve a repetir lo antes dicho. Ahora sí, que como dicen, rompan el ciclo candidatos y candidata al gobierno de Hidalgo, pues están ante una oportunidad de poder no solo proponer lo que otros no han querido, sino que también pueden llevarlo a a cabo si así lo deciden.
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