Pachuca y Mineral de la Reforma no solo representan la principal zona metropolitana de Hidalgo, sino que desde hace más de dos décadas constituyen el ejemplo para el resto de los municipios de la política a seguir en materia de desarrollo poblacional.
En cada cambio de administración de ambas demarcaciones surgen nuevos proyectos e ideas que han resultado en lo que hoy se tiene, para bien o para mal, pues a la par del crecimiento en número de habitantes, han desarrollado planes en coordinación.
Hoy, con Israel Félix Soto y Sergio Baños, vuelven a ser parte de un proyecto en el que deben de realizar trabajo coordinado para enfrentar un problema grave como lo es la pandemia. La importancia de dicha unión intermunicipal radica en que se fortalece al federalismo en tiempos donde el centralismo está ganando espacios, y así se percibe y se ve desde Palacio Nacional. Pese a lo que se piensa, los gobiernos municipales están siendo los más dañados por las políticas de austeridad o la “lucha contra la corrupción”, pues del gobierno federal provienen la mayoría de recursos para las ciudades.
En efecto, hay muchos problemas que se resuelven con recursos locales mediante la captación de impuestos o pago de servicios, pero las grandes obras y los programas sociales provienen de los convenios con los poderes Legislativo y Ejecutivo a nivel nacional.
Ahora toca de nueva cuenta a Pachuca y Mineral unirse para tratar de sacar adelante a sus poblaciones con políticas públicas en materia de salud, evitar la propagación de contagios de covid sin matar la economía y mantener las condiciones de calidad de vida. Se viene un tiempo en el que la habilidad y destreza política de los ediles tendrá que demostrarse para sacar lo mejor de los acuerdos con asociaciones públicas y privadas para las principales acciones sociales y también para obtener presupuestos que alcancen en 2022.
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