A nadie le conviene un árbitro electoral débil. Eso quedó de manifiesto tras casi un mes de incertidumbre, golpes mediáticos, especulaciones y todo lo que giró en torno a lo que fue la destitución de la ex consejera presidenta del Instituto Estatal Electoral, Guillermina Vázquez, el pasado 1 de febrero. Ayer, a 28 días de lo ocurrido por el tema del PREP en 2020, consejeros, partidos, autoridades y representantes de la sociedad civil parecen estar de acuerdo en que se requiere un árbitro fuerte y en buen andar, que esté listo para organizar la elección más importante de Hidalgo en los últimos años.
Anoche rindió protesta como presidenta provisional del IEEH, la consejera Ariadna González Morales y lo hizo arropada por todas las fuerzas políticas que contenderán. Lo hicieron Morena, PT, Verde, Nueva Alianza, que son el bloque más fuerte que pugnó contra Vázquez Benítez y la elección de municipios que fracasó.
Sin embargo le han dado el espaldarazo a la designación de González Morales, a la promesa de una buena organización de los comicios del 5 de junio y a que se atenderán las quejas y peticiones sin distingo.
Los consejeros que acompañan el proceso, acordaron trabajar en equipo y en unidad, las autoridades estatales como Gobernación, la Procuraduría, y los organismos paralelos como el Tribunal Electoral, también dieron el respaldo a la decisión del INE y piensan ya en lo que viene para el estado.
¿Qué se espera ahora?, primero que los partidos que hoy están otorgando la confianza en este nuevo IEEH o medio confeccionado para la elección en turno, no sean los causantes de otra debacle en la confianza ciudadana.
Que se mantengan firmes los consejeros en sus decisiones y que exista el diálogo entre fuerzas partidistas y gobierno, finalmente, tendrán que dirimir todos los asuntos de la elección en ese Consejo General local en Pachuca.
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