A 101 años del asesinato del general Emiliano Zapata es curioso que uno de los municipios que en Hidalgo lleva su nombre esté inmerso en una crisis sanitaria por el coronavirus.
Con poco menos de 15 mil habitantes, el municipio de Emiliano Zapata es la puerta para acceder a Tlaxcala o al Estado de México si se quiere tomar Otumba; una demarcación agrícola con vocación comercial y de paso para los transportistas del Altiplano.
Hasta el reporte de ayer, en Emiliano Zapata se tienen cuatro casos positivos de coronavirus y un fallecimiento, lo que parece extraño pues es una de las zonas más apartadas de la ciudad capital, y de los grandes centros poblacionales.
¿Cómo es que llegó el covid-19 a Emiliano Zapata?, es una pregunta que la Secretaría de Salud debe responder pues son poblados pequeños donde la propagación puede ser mayor a la de otras zonas y por ende la afectación también.
Dichas cifras colocan al pequeño municipio del Altiplano en cuarto lugar estatal por debajo de Pachuca, Mineral de la Reforma y Tulancingo en número de casos y defunciones, algo que pocas veces se llega a pensar pero que ahora es una realidad.
Casos similares comienzan a aparecer conforme se actualizan las cifras de coronavirus en Hidalgo, como el de San Agustín Tlaxiaca, poblado semiurbano, colindante a Pachuca y la zona metropolitana, donde ya hay dos casos positivos y un fallecimiento.
La puerta para la propagación del covid-19 está más abierta que nunca y parece que el haberse relajado en los días previos puede costar a la gente el adquirir el virus y sobre todo paralizar las actividades de los pueblos y comunidades donde ya había medidas por la contingencia, pero al no ser respetadas y con casos presentes, se tendrá un aislamiento forzoso que pegará más, seguramente, que el haberse quedado en casa un par de semanas.
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