México tiene a su primera presidenta electa de forma oficial, a poco más de 200 años de independencia política, y a más de 50 años de haberse instaurado el voto de la mujer.
La importancia de lo que ocurrió este 15 de agosto de 2024 no solamente es historia para la generación que nos toca vivirlo, sino que deja reflexiones, enseñanzas y sensaciones.
Claudia Sheinbaum Pardo será la presidenta de México a partir del primero de octubre y con ella llega la era de la mujer empoderada en lo más alto de los puestos públicos del país.
Para entenderlo, me tomé la libertad de recopilar algunos de los momentos clave de lo que fue su ratificación por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La titular del TEPJF, magistrada Mónica Soto se convirtió en la primera mujer en declarar presidenta a otra mujer en la historia del país. Su discurso fue elocuente y emocional en todo momento, inclinado ciertamente a la ganadora a quien mencionó en varias ocasiones.
Los magistrados Janine Otalora y Reyes Rodríguez, quienes en su momento conformaron el bloque opositor a la 4T al interior del Tribunal Electoral, se mostraron lejanos, sin el ánimo del resto que celebran un momento “histórico”, incluso en algunas pausas cabizbajos.
Junto a Claudia Sheinbaum estuvo siempre su esposo, Jesús María Tarriba, quien también entra a la historia política del país, pues pasará a ser el “primer caballero” de México.
En su primer discurso como presidenta electa, Claudia Sheinbaum, reiteró el respeto que habrá de la cuarta transformación a la Constitución, recordó el mandato popular de las urnas y reconoció a los magistrados por hacer valer la decisión ciudadana, misma que se comprometió a “defender con la vida”.
Fueron 15 minutos de su primer discurso como presidenta electa de México, y con ello se cierra uno de los episodios más importantes en la historia moderna del país.
