La cifra de personas afiliadas a los partidos políticos en el país siempre ha sido un misterio; nadie sabe cuánta gente realmente apoya o pertenece a ciencia cierta a un instituto partidista, pues para muchos sigue siendo hasta un tema de tabú.
El que conozcan la filiación personal o particular, para muchos representa que los terminen encasillando a grupos y por ende, no pueden buscar más opciones en otros lados cuando la circunstancias lo ameriten.
Sin embargo, parte de ese juego de los partidos y sus militantes debe terminar para que impere la transparencia dentro de las dirigencias políticas que hoy se tienen.
Hay caos y desorganización al interior de los principales grupos del poder organizado en partidos y sobre todo, no hay un orden administrativo de las personas que están enlistadas o que pertenecen realmente a cada una de las dirigencias.
El propio gobierno ha pedido que se ponga orden en aspectos como el FAN Id del futbol en los estadios en donde todos deben registrarse para poder ingresar y así se sabe quién es quién en los aficionados de la Liga Mx.
En el SAT, se tiene un registro más intenso que el de cualquier otro sistema de contribuyentes en donde se sabe hasta el nombre de la persona y el vecino y los amigos.
¿Entonces, porqué en los partidos no se hace lo mismo?, no hay un registro pleno ni transparente de las militancias, situación que atenta contra el derecho a la información.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Pachuca parece que está buscando dar un primer paso con la propuesta de ex presidentes del comité municipal de convocar a una afiliación y reafiliación con la que se pueda tener un censo seguro de quiénes son los que están de lleno en el tricolor y quiénes ya no.
En el caso de Morena, se debe hacer lo mismo en Hidalgo, pues no se sabe cuántos afiliados hay, si existen credenciales oficiales o no; muchos se ostentan como morenistas, pero ni han ingresado a sus filas, hay muchas irregularidades.