Lo que parecía una simulación va tomando forma en el PRI de Hidalgo para la precampaña de la secretaria general del CEN, Carolina Viggiano.
Y es que aquellos que desconocen las formas por donde lleva la política a propios y extraños, son los que terminan sorprendidos, y eso que dicen que no hay.
Hace una semana, todos aseguraban que el pleito entre Alejandro Moreno y Omar Fayad seguía, que bastaba con ver la foto en redes, que se entregará el estado a Morena y al presidente López Obrador, todo un sinfín de especulaciones.
Bastó una reunión en el PRI hidalguense (obviamente sin la presencia del gobernador, pues no debe acudir a dichas instancias ostentando el cargo) para que se acordaran varias cosas, siendo la más importante, el respaldo priista a la precampaña de Viggiano.
No faltará mucho para que veamos de nuevo en las redes a Fayad, Alito, la propia Carolina e incluso quienes se dice están enojados, arropando a la figura de la candidatura; hay que recordar que el PRI siempre hace lo mismo, se suma en torno a la investidura, no a la persona.
Con eso se cumple el presagio de que Hidalgo, en efecto, será la elección que determine mucho del rumbo a seguir para 2023 en Estado de México, y para 2024 en la sucesión nacional.
De darse un resurgimiento priista, con un solo triunfo de los seis en juego (el de Hidalgo), se estaría enviando el mensaje de que es posible derrotar a Morena en tiempos de obradoristas.
No den por muerta la antigua y vieja estrategia de la maquinaria bien aceitada que ha sabido ganar elecciones por décadas, que instruyó a muchos, o a casi todos, los que hoy están en Morena principalmente. Por mientras, el mensaje que mandan desde Colosio en Pachuca es el de apoyar a su precandidata a la gubernatura del estado.
Eduardo González
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