El tema propuesto por la fracción de Acción Nacional en el Congreso de Hidalgo ayer fue la causa de múltiples críticas y hasta una protesta de mujeres en la Plaza Independencia de Pachuca.
La razón es muy grave. Dos diputadas locales y un diputado local presentaron a nombre del partido blanquiazul la iniciativa que busca reformar la ley para impedir la legalización de la interrupción del embarazo en el estado.
Una decisión que desde que se comenzó a abrir a debate el tema no solo fue apropiada y retomada por mujeres en colectivos, asociaciones civiles y partidos, sino que no requiere de la injerencia del género masculino como ayer ocurrió con el diputado Asael Hernández Cerón.
Su intención de opinar respecto a un asunto que corresponde de manera exclusiva a las mujeres causó molestia en redes sociales y generó todo tipo de reacciones, la mayoría en contra.
Por la tarde a los pies del Reloj Monumental, el movimiento Marea Verde Hidalgo se pronunció en contra de Asael Hernández más que en contra del PAN, pues consideran que a pesar de la ideología de derecha que enarbola el partido, no se pueden aceptar propuestas como la de impedir el derecho de una mujer a decidir sobre su cuerpo.
En la iniciativa panista se plantean escenarios medievales como retirar el castigo de cárcel –sí, de cárcel- que actualmente existe por abortar y cambiarlo por trabajo comunitario y tratamiento médico forzoso. Es decir, no solo se le quitaría a la mujer el derecho de decidir sobre su cuerpo sino que se le exhibiría en una especie de esclavitud social y de paso se le remitiría a un procedimiento de salud como si abortar fuera cosa de locas.
El tema del aborto no está a discusión, es un derecho que debe garantizar el estado a las mujeres y planteamientos como los del PAN en el Congreso no solo retrasan la legalización del aborto sino que fomentan el odio social hacia las mujeres que defienden sus derechos.
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