La pandemia COVID 19 ha cambiado el ritmo de vida de la inmensa mayoría de las personas. No obstante que en todos los sectores de la sociedad existen: los incrédulos, los que culpan al gobierno, los que se sienten salvadores de la crisis y los que se mantienen escépticos ante las posiciones de unos y otros con respecto a esta emergencia sanitaria.
Todos los sectores productivos tanto manufactureros como de servicios, se han visto afectados a raíz de la suspensión de las actividades y esto ha sido causa para urgir al gobierno a que otorgue subsidios y prorrogue el pago de impuestos o bien destine recursos a entes económicos afectados por la suspensión de las actividades.
Empero, hay quienes en medio de esta crisis y en su afán de no dejarse caer por la adversidad y sobre todo para probarse de que están hechos, no recurren a las justificaciones banales para decir que la crisis los ha llevado a esta situación.
La crisis les ha servido para hacer uso de su creatividad y buscan mantenerse activos sin violentar las disposiciones oficiales. No pueden mantener abiertos sus negocios, pero si pueden seguir trabajando. ¿cómo le hacen? es la pregunta, la respuesta es muy fácil, haciendo uso de la creatividad y manteniendo el sentido de responsabilidad social y familiar.
Y aquí las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones han sido fundamentales para aquellos que no se dejan amedrentar por las adversidades que se presentan a raíz de la emergencia sanitaria que está por entrar a su fase 3.
Es cierto, no en todos los casos se puede sustituir la actividad que requiere la mano del hombre por la tecnología. Pero hay áreas en un mismo espacio laboral en las que se puede hacer uso de estas herramientas para mantener activa la producción.
Lo mismo se debe aplicar en el sistema educativo. Es lamentable observar en las redes a mentores de todos los niveles de educación quejándose de que no podrán terminar los cursos pues no tienen experiencia ni la práctica para hacer uso de las TICs para la educación en línea, virtual, a distancia o como le quieran llamar.
Es irrisorio como en redes como Face Book, Instagram o Whats App, maestros mexiquenses se manifiestan totalmente ajenos al uso de la tecnología para dar clases virtuales. Pero si tienen cuentas de correo electrónico y en redes sociales están activos bien pueden tomar un curso en línea gratuito para aplicarlo y poder dar clases a sus alumnos y no dejar inconcluso el programa del ciclo escolar correspondiente.
Los pretextos en épocas de crisis son muchos y muy recurrentes. Todo por no tener sentido de responsabilidad. Qué pena por esos maestros que se escudan en su falta de conocimiento de las TICs. No se preocupan ni se ocupan, pues sus salarios están seguros.
Lástima de aquellos mexiquenses y mexicanos que buscan el día a día su ingreso para satisfacer sus necesidades básicas para sus familias y que no les queda otra que salir a la calle a buscar ese sustento.
Ojalá las autoridades educativas pasen de sugerencia a la exigencia a todos los mentores a cumplir con su responsabilidad con la sociedad y no se pretexte la contingencia sanitaria para dejar truncos los cursos. De que se puede se puede se puede.