Quienes hemos vivido en esta región por varios años, hemos escuchado en más de una ocasión el concepto relativo a la modernización del transporte; quizá los intentos más serios vinieron en la década de los ochentas y luego en los noventas.
Ya después se volvió un asunto utópico y las “carcachas”, con una concesión o sin ella, lejos de brindar un servicio de transporte acorde a las necesidades de los usuarios solo han contribuido al incremento de la contaminación ambiental y también visual.
Por años y ante la complacencia de autoridades y políticos que han ido y regresado a lo largo de su gris carrera, el problema creció y no hace mucho tiempo todavía circulaban esos “lanchones” que sorprendían a quienes por alguna razón visitaban el sur de Tamaulipas.
Luego con esa modernización aparente vino la fiebre de los microbuses que se volvió el negocio de algunos personajes de la política que incursionaron en la venta de los mismos, contribuyendo a su enriquecimiento con etiqueta de licitud aunque en la práctica no lo fuera.
Todo eso forma solo una parte de la historia anárquica de esta problemática a la que pareciera que hoy por hoy se está atendiendo en ánimo de procurar un mejor transporte, uno a la altura de la dignidad de sus usuarios que todos somos en un momento determinado, tengamos o no vehículo propio.
Con el reciente aumento a la tarifa del transporte, el órgano rector de la actividad ha dispuesto que con ella solamente aquellos que han cumplido con la ley y modernizado sus unidades podrán mantenerse al no merecer ese peso de más añadido a los ocho que ya se pagaban.
Lo que debe quedar perfectamente claro, sobretodo para los choferes que lo dan por hecho, es que en Enero de 2016 no vendrá otro aumento, no al menos en los autos de ruta que a duras penas llevan cuatro pasajeros como límite en cada viaje sin considerar los que bajan y suben en el trayecto.
Queda claro que la tendencia es que nada más aquellos que apuesten por unidades más grandes y una modernidad permanente podrían aspirar a cobrar mejores tarifas, en paralelo a un mejor servicio. Nada personal.
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Hasta la próxima.
