QUE el plan del secretario de Transporte y Vialidad del gobierno estatal, Aréchiga Santamaría, era anunciar las multas que se aplicarían a los propietarios de vehículos que violaran el Hoy No Circula impuesto por la contingencia sanitaria, pero el gobernador lo paró en seco en la conferencia de prensa virtual mañanera. Lo que el mandatario anunció es que los conductores de vehículos automotores que no respeten la disposición serán detenidos por las autoridades de vialidad de los 21 municipios y serán llevados a los corralones.
QUE los grulleros y agentes viales ya se frotan las manos para cazar a infractores porque podrán cobrar por debajo de la mesa las “mordidas”, porque llevar a los vehículos al corralón será más costoso. De ser detenido el vehículo, el propietario deberá pagar el “arrastre” de la grúa que impone sus tarifas; luego, el pago de piso del corralón, y de paso pagar todas las multas pendientes que arroje el sistema de control vehicular. Un negocio redondo para los agentes viales y para las cajas registradoras de Finanzas.
QUE las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública del estado tienen que realizar una intervención quirúrgica en las corporaciones policiacas de varios municipios, principalmente los ubicados en el triángulo rojo, porque no sólo están penetrados, sino controlados por la delincuencia organizada, con el aval de alcaldes. Los atentados al mando policial y agentes en Tlacotepec de Benito Juárez, son una muestra de cómo ha escalado el crimen, situación que se agrava, en el caso de Tlacotepec, con el señalamiento a la regidora de Gobernación, Celerina Flores, de nexos con el crimen organizado
