Que el presidente municipal de Tepeaca, José Huerta no se dio cuenta que tenía el micrófono abierto después de una transmisión de Facebook y le salió su “verdadero yo” mandando a la… bueno, allá muy lejos, a los reporteros y a la gente que acudió a un evento pagado con los impuestos de los ciudadanos mismos. Las palabras y actitud del edil contrastan mucho a aquellas imágenes que vemos de él en el Santuario al Niño Doctor de Tepeaca, donde muestra una cara de recato, piedad y bondad. ¿Cuál será el verdadero José Huerta? ¿El que piden que ya se larguen esos c&@$#/° o el que reza los misterios dolorosos? ¿Y con esa boquita, besa a su mamá?
Que una vez que se abrió el proceso local vendrá una desbandada de quienes buscarán seguir viviendo del erario el próximo año y por eso renunciarán a sus cargos. Ya se comenzó con la renuncia de Olivia Salomón de Economía y en próximos días vendrá también la dimisión de Lizeth Sánchez de Bienestar, que será la cuota del PT para simular la encuesta donde se elija al coordinador o coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T.
Que otro que se sumará a la lista de bajas del gabinete estatal es Gabriel Biestro, de la secretaría del Trabajo, quien dice que quiere ser el candidato al Ayuntamiento de Puebla, pero que realmente sabe que para lo que le alcanza es para una diputación federal.
Que entre la larga lista de mentiras de quien alguna vez gobernó Puebla por tres años, está la rehabilitación de Los Lavaderos de Almoloya, en la zona de San Francisco. Hace un año se anunció con bombo y platillo su apertura y se invitó a los poblanos a visitarla. Según el discurso se invirtieron muchos millones de pesos y al poco tiempo, esta zona histórica terminó inundada poniendo en riesgo su conservación. Desde entonces anunciaron que se solucionaría el problema y es la hora que no ocurre. De haber sabido, habríamos preferido que este histórico espacio siguiera en manos de un concesionario que sí garantizaba su preservación a prueba de agua. Ese Barbosa salió muy canijillo.