Que el presidente López Obrador regresó este sábado a Tamaulipas, ahora para inaugurar un campo militar en Nuevo Laredo, ciudad a la que promete regresar en septiembre para instalar la dirección nacional de Aduanas, una promesa de campaña que tiene ahí pendiente en su agenda, pero antes vendrá en febrero al segundo informe de gobierno de Américo Villarreal y quedó la duda si ya no vendrá al sur.
Que “no le puedo decir que no”, dijo Andrés Manuel al responder a la invitación que públicamente le hizo el gobernador, a quien suele elogiar con frecuencia. El presidente venía acompañado por el general retirado André Georges Foullon, jefe de la Agencia Nacional de Aduanas, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde y el subsecretario de Hacienda, Juan Pablo De Botton.
Que esta semana respiró aliviado el secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga, tras evitarse la firma del acta 33 que le iba a quitar el agua a Tamaulipas para abonar el pago de la deuda a Estados Unidos. El funcionario había dicho que esa sí sería una crisis brutal, y los mismos productores advirtieron que la cancelación del trasvase del Cuchillo, era un juego de niños comparado con aquello.
Que el que anda de capa caída es Juan José Ramos Charre, luego de que no hubo poder humano que convenciera a los diputados de Morena de darle al Ietam los 700 millones que estaba pidiendo para la elección del próximo año; no sirvieron de mucho las felicitaciones al árbitro en comisiones y Alejandra Cárdenas hizo la lucha en tribuna, pero ya estaba decidido.
Que el obispo de Tampico José Armando Álvarez recibe hoy al Nuncio Apostólico en México, Monseñor Joseph Spiteri, quien le va a dedicar casi tres días a la ciudad, en los que se reunirá con sacerdotes, personal del Seminario, de Pastoral, Hermanas de la Caridad, oficiará misa en catedral, pero el plato fuerte de la visita es la bendición de la primera piedra de la Casa Sacerdotal.
Que al tomar Paloma Guillén las riendas del PRI en Tamaulipas, hay expectación por la defensa que hará del partido ante el cabecismo que se resiste a ceder espacios en la alianza PRIANRD; su capacidad no deja lugar a dudas, pero de lo que no se tiene certeza es de la voluntad de Alito.