QUE la Cámara de Diputados discutirá en su sesión de hoy un acuerdo para condenar el feminicidio de la niña Fátima y exigir a las autoridades freno a la violencia de género, y aunque legisladoras de las diversas fracciones, incluso de Morena, se manifiestan por declarar una emergencia nacional por la alta incidencia de crímenes contra mujeres, la Junta de Coordinación Política, encabezada por Mario Delgado, tendrá la última palabra en la redacción del documento.
Muchos esperan que esa redacción sea menos desaseada que las declaraciones de la fiscal capitalina, Ernestina Godoy, criminalizando a los padres de la víctima por afectaciones mentales, o que la tarjeta informativa del DIF, insinuando que todo se deriva de un ambiente de maltrato familiar.
QUE el Senado, en tanto, tendrá hoy un fuerte debate sobre feminicidios, particularmente hacia niñas y adolescentes. La panista Josefina Vázquez Mota y la morenista Mónica Fernández fueron de las pocas que fijaron ayer posturas contundentes: crear una fiscalía y tomar acciones inmediatas. Entre los senadores varones, silencio en su mayoría, salvo Martí Batres, quien no se tardó mucho en coincidir con el Presidente en que la culpa es del neoliberalismo.
QUE en medio del conflicto en la UNAM derivado de protestas por violencia de género, convertido en una serie de paros en diversas instalaciones que afecta a más de 70 mil alumnos, se menciona a John Ackerman como futuro secretario de Atención a la Comunidad, aunque dicen que ese movimiento solo consumaría el proceso de intromisión de la mano morena, perdón, negra, en la universidad.