Que esta semana, una vez más la atención política estará centrada en el Senado, donde el gobierno y Morena, con su nuevo aliado, Alejandro Moreno, buscan poco más de una docena de votos para sumar y alcanzar la mayoría calificada requerida para prolongar hasta 2028 el plazo para que las fuerzas armadas desempeñen labores de seguridad pública en apoyo a las policías estatales y municipales, una decisión de la que depende la alianza Va por México en las elecciones del Estado de México, Coahuila y la presidencial en 2024, pero ya sin el campechano.
Que Alfonso Durazo, el gobernador de Sonora, tomará protesta este domingo como presidente del nuevo Consejo Nacional de Morena, porque alcanzó el respaldo de sus militantes sin ningún problema, una designación promovida por los gobernadores.
Que la corcholata que se llevó las palmas y los gritos de ¡Presidenta! en los trabajos del Congreso Nacional de Morena fue la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, mientras el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, también recibió apapachos en su presentación.
Quien padeció algunos abucheos este sábado en la cita morenista fue el gobernador de Zacatecas, David Monreal, con solo la mención de su apellido. Su hermano Ricardo el coordinador de la bancada en el Senado y aspirante presidencial, no acudió porque no es congresista, ni fue invitado.