Que el gobernador de Texas, Greg Abbott, y el Congreso local desviaron más de mil millones de dólares de apoyos federales destinados a enfrentar el covid-19 para financiar la operación Estrella Solitaria, que no es otra cosa que la persecución de migrantes en la frontera, de acuerdo con el Texas Tribune, que aclara que si bien esas transacciones son “aparentemente legales”, el recurso debió usarse para pagar a trabajadores de la primera línea, comprar suministros y enfrentar otras necesidades surgidas en la pandemia. La vocera del vaquero responsabilizó, por supuesto, a Joe Biden.
Que hablando de estadunidenses, el embajador Ken Salazar lanzó un par de mensajes por Twitter, en español e inglés, condenando el “cobarde y malvado” asesinato de las periodistas Yessenia Mollinedo Falconi y Sheila Johana García, del portal El Veraz de Cosoleacaque, Veracruz, porque representa un golpe a toda la sociedad mexicana. “La libertad de prensa está bajo ataque y exige una respuesta urgente para terminar con la crecida de violencia contra periodistas”, remató con un tono de demanda y autocorrección que no puede estar dirigido más que a las autoridades mexicanas.
Que cerca de la frontera, por cierto, el candidato a gobernador de Tamaulipas por Morena, Américo Villarreal Anaya, logró que sus compañeros de militancia Carlos Peña Ortiz, alcalde de Reynosa, y Mario Alberto López, de Matamoros, cerraran filas con su proyecto a 27 días de la elección durante reuniones el fin de semana pasado, apoyo al que se sumó Maki Ortiz, ex aspirante a la postulación. Resulta relevante porque al principio de campaña los tres personajes se habían mostrado reacios a respaldar.
Que la secretaria federal de Cultura, Alejandra Frausto, retoma la campaña #MiPatrimonioNoSeVende porque el próximo viernes se subastarán en París diversos objetos de origen prehispánico. Hasta ahora la dependencia ha logrado repatriar más de seis mil piezas y ahora hace un llamado a la subastadora Cornette de Saint Cyr a detener la venta de 30 más.