Que Luis Echeverría Álvarez, quien el pasado lunes cumplió 100 años, es el único ex presidente que cobra pensión, según la contabilidad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, y desde febrero de 1984 recibe cada mes 25 mil 505 pesos por concepto de jubilación. El resto de ex mandatarios vivos, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, no cuentan con estatus.
Que el mismo día en que el presidente Andrés Manuel López Obrador acudió al Hospital Militar para someterse a un cateterismo, dos informes importantes sobre la pandemia se retrasaron por horas. Por un lado, la cifra diaria de contagios y muertes que la Secretaría de Salud da a conocer entre las 17 y 18 horas se publicó pasadas las 9 de la noche; por otro, la actualización del semáforo epidemiológico se hizo público luego de las 8 de la noche. Por cierto, si bien CdMx regresa al amarillo en ese listado, no habrá medidas que pongan en riesgo la recuperación económica.
Que sigue la crítica contra el presidente del PAN, Marko Cortés, quien sacrificó a la senadora Mayuli Martínez y cedió la candidatura de Quintana Roo al PRD, que postulará a Laura Fernández Piña, militante del PVEM hasta hace dos semanas y mencionada en la red de políticos vinculados a la mafia rumana de Florián Tudor. La que se quedó con la ganas fue la ex morenista Marybel Villegas, quien sonaba para ser postulada por Movimiento Ciudadano, aunque al final ese partido registró al actor Roberto Palazuelos por un asunto de equidad y género.
Que la Junta de Coordinación Política del Senado, que preside Ricardo Monreal, parece olvidar que el Grupo Plural cuenta con cinco votos que pueden hacer la diferencia para aprobar cambios constitucionales o iniciativas de ley, sobre todo aquellas que envía el Presidente y que suelen tener carácter de prioritarias. Lo anterior viene a cuento porque este sector que encabeza Germán Martínez fue excluido de la reunión con la titular de Energía de EU, Jennifer Granholm, por lo que sus integrantes mandaron, no sin enojo, un mensaje: “Les faltan votos y les sobra soberbia”.
