Que en resumen lo que el canciller de Paraguay, Euclides Acevedo, reprocha a México es haberle dado “muy pícaramente” el pitazo de la ficha roja de Interpol a Rodrigo Granda, ex líder de las FARC, que llegó a México invitado por el PT para un seminario, pues aquel país lo vincula al secuestro y al asesinato en 2005 de una hija de Raúl Cubas, quien fue presidente de 1998 a 1999. Mientras la SRE estudia una respuesta más convincente que la ensayada ayer, el boliviano Evo Morales arribó para el mismo acto y posó para decenas de selfis en modo rock star.
Que después de reunirse en el Senado con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, “por una visita de cortesía para revisar los temas de la agenda”, el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, tuiteó que “por décadas” ha luchado con Andrés Manuel López Obrador “por transformar las instituciones”, pero no ha concluido la tarea, por lo que deben “mantener viva esa cruzada” hasta lograrlo con unidad, fortaleza y congruencia. Y mientras esperan como cámara revisora la miscelánea fiscal que aprobaron anoche en San Lázaro, el zacatecano dijo sobre los empujones entre diputados que “son normales al calor de la discusión sobre temas tan delicados”.
Que después de semanas de agarrones en el Congreso capitalino y a punto de estallar la pelea por el presupuesto 2022 entre la oposición y Morena, la secretaría general de Gobierno, a cargo de Martí Batres, perfiló consensos para sacar adelante la reelección de Rafael Guerra en el Tribunal Superior de Justicia, tema de máxima importancia para Claudia Sheinbaum, que quiere mantener la relación bien planchada con el Poder Judicial.