Que la fracción del PRD en la Cámara de Diputados no quita el dedo del renglón en su exigencia de citar a la titular de la CNDH, Rosario Piedra, para que explique por qué esa institución dio un vuelco y decidió defender a los victimarios y no a las víctimas, como a juicio de legisladoras como Frida Esparza ocurre en el caso Notimex, en el que la ombudsperson pidió activar el mecanismo de protección para periodistas en beneficio de la directora Sanjuana Martínez, por supuestas agresiones en su contra… cuando es ella la señalada en múltiples denuncias por amenazas, acoso y terrorismo laboral, con un saldo de 240 despidos.
Que la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, fue excluida de la conferencia mañanera durante el anuncio de los nuevos bachilleratos deportivos y fue hasta el mediodía cuando la velocista pudo entrar a Palacio Nacional a firmar el convenio para ese proyecto educativo, en el que está involucrada la comisión que encabeza, por lo que una de las lecturas dentro la 4T es que la medallista olímpica ya está lejos de los afectos presidenciales.
Que en la cada vez más cerrada contienda por la alcaldía de Tlalpan, en Ciudad de México, todo parece indicar que la candidata de Morena, Gabriela Osorio, tiene como único discurso de campaña disparar fuego amigo contra la actual administración, encabezada por Patricia Aceves, fundadora de ese partido y ex rectora de la UAM, cuando se esperaba que la batalla fuera contra Alfa González, aspirante de Va por México que se le está emparejando en las preferencias. ¿Ya andará buscando chivo expiatorio ante un eventual resultado adverso?