Que mientras Nuevo León sigue siendo punta de lanza en muchos renglones, incluido ahora el de salud con bajos índices de mortalidad por covid-19, no se puede decir lo mismo del estado de derecho.
En plena contingencia regresan las historias negras de las invasiones de predios por parte de vivales coludidos con notarios públicos deshonestos y empleados corruptos en el Instituto Registral y Catastral.
En suma, la propiedad privada está amenazada. Y si le sumamos un gobierno omiso, peor aún.
Que muy molestos se mostraron ayer los sampetrinos que acudieron a entregar la opinión de 158 encuestados en la consulta exprés sobre parques que decidió aplicar, en plena contingencia, el alcalde Miguel Treviño.
Le exigen al munícipe que aplace las inminentes reformas al Reglamento Orgánico de la Administración Municipal porque les conculca derechos ciudadanos en materia de parques.
El que resumió en una frase muy concreta la consulta fue sin duda el activista y presidente de Vertebra, Gilberto Marcos: “Es una grosería”.
Que se anticipan discusiones entre el gobierno federal y los estados por el tema de la reactivación de las actividades escolares.
La idea es rescatar el tiempo perdido, pero en entidades federativas como Nuevo León, donde se anticipa que el pico de la epidemia sea hasta junio, como anticipó ayer el doctor Hugo López-Gatell, nadie querrá escuelas abiertas.
Que hay alarma entre médicos y enfermeras del hospital del Issste de Constitución, ante la lentitud de los directivos para tomar decisiones en plena contingencia por el covid-19.
En la última semana han tenido que enfrentar casos sospechosos, pero la burocracia de los mandos les retrasó cinco días la entrega del equipo especial para tratar a posibles infectados, por lo que temen un brote entre el personal.
Estará enterado el doctor Manuel de la O, quien se la ha fletado sin dormir bien durante todas estas semanas para llevar el barco de Nuevo León a buen puerto.
